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Reportaje:

Cuna de pastillas solidarias

Empresas de Alicante ayudan a Médicos Sin Fronteras a recaudar fondos para investigar y tratar una decena de enfermedades raras

Alicante es la cuna de las Pastillas contra el dolor ajeno, una iniciativa solidaria de Médicos Sin Fronteras (MSF) que consiste en la venta en farmacias de unos caramelos, al precio de un euro, para recaudar fondos destinados a la investigación de 10 enfermedades raras. El éxito ha sido total. Ya se han vendido más de tres millones de cajas y miles las personas se han sumado a la iniciativa.

"La materia prima es 100% alicantina, y nos hemos visto desbordados", admite Carlos Giner, gerente de Apsa (Asociación Pro-Deficientes Psíquicos de Alicante). En esta asociación, unas 200 personas, tanto del centro ocupacional como del centro de empleo han trabajado intensamente en varias cadenas de montaje para meter las pastillas en las cajas. El grupo Damel, en su fábrica de Crevillent, se encarga de elaborar las pastillas; Ibergest es la imprenta alicantina que edita las cajas y los folletos explicativos; la fundación Seur desde Alicante distribuye por las farmacias de toda España; y la fundación Rose Caja Mediterráneo se encarga de coordinar a todas las empresas e instituciones para que la campaña consiga su objetivo.

Giner: "Ha sido un éxito, han trabajado fines de semana"
200 socios de Apsa meten en cajas las pastillas de Damel

"Ha sido un éxito, han trabajado fines de semana y las Navidades incluidas para poder atender la demanda", explica el responsable de Apsa, quien reconoce que a los socios les ha servido de "ayuda y estímulo". "Haciendo labores que dominan se sienten útiles, se sienten motivados cuando ven en una farmacia sus pastillas", agrega Giner.

Los ingresos obtenidos con la venta de los tres millones de pastillas contra el dolor ajeno ya permiten tratar a pacientes de la enfermedad de Chagas en Bolivia y de sida en Zimbabue.

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La campaña de Médicos sin Fronteras reza: "¿No es genial, que nosotros que tomamos pastillas de casi todo, podamos tomarnos una para calmar el dolor de los que no tienen?" "¿Qué pasa si lo que duele es el dolor ajeno, el dolor de los que no tienen pastillas para curar el sufrimiento?". El coste total de cada una de las cajas de Pastillas contra el dolor ajeno es de nueve céntimos de euro: cinco para la producción y cuatro más correspondientes al embalaje y transporte. Así, MSF recibe 91 céntimos de euro por cada caja vendida. El precio es tan ajustado gracias a una "larga cadena de esfuerzos" y ayuda de diferentes entidades, empresas y personas que colaboran desinteresadamente en esta iniciativa. Los ingresos netos procedentes de la campaña se destinarán íntegramente a financiar proyectos de MSF sobre malaria, tuberculosis, enfermedad del sueño, kala zar, sida pediátrico y chagas.

Apsa ha manipulado hasta ayer 3.664.000 cajas, de las que un millón fueron solo en el mes de diciembre, que fue cuando más demanda tuvieron. Ahora esperan una nueva campaña.

Una de las trabajadoras de APSA en Alicante en una de las cadenas de montaje de las pastillas solidarias.
Una de las trabajadoras de APSA en Alicante en una de las cadenas de montaje de las pastillas solidarias.

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