Euskadi y Aquitania reclaman que se mantenga el enlace francés con la 'Y'

El AVE es uno de los principales ejes sobre los que pivota la eurorregión Euskadi-Aquitania, que será una realidad después de verano. Por ello, el lehendakari, Patxi López, y el presidente del Consejo Regional de Aquitania, Alain Rousset, instaron ayer al Gobierno francés a que mantenga sus "compromisos" con la construcción de la línea ferroviaria de alta velocidad hasta Hendaya, que debería estar lista para 2020, de forma que pueda enlazar con la Y vasca.

López y Rousset mantuvieron ayer una reunión en Burdeos -donde se gestó en 2009 esta fórmula de cooperación territorial- para analizar el convenio para la constitución de la eurorregión. Posteriormente, participaron en el foro económico que anualmente organiza la Aquitaine Presse Service.

López deja la puerta abierta a que Navarra se sume al acuerdo

"Se trata de mejorar las comunicaciones y que sean sostenibles. Como objetivo primordial está la conexión del TAV con una vía estratégica. Es un objetivo prioritario", remarcó López, que no cerró la puerta a la incorporación de otras comunidades como Navarra a la eurorregión.

Según resaltó Rousset, el tren permitirá mejorar la conexión de Francia con España y con África. Así, el viaje desde San Sebastián a Burdeos en alta velocidad durará la mitad que el realizado en coche. Asimismo, se reducirá la contaminación provocada por los 9.000 camiones que atraviesan cada día Aquitania.

Por este motivo, Rousset se mostró "inquieto" por la intención de las autoridades medioambientales francesas de revisar las inversiones del proyecto de la alta velocidad a su paso por el País Vasco francés y recordó que el trazado solo afecta actualmente a 40 casas. Añadió que, si se anularan estos kilómetros de la línea ferroviaria, Francia perdería toda la financiación europea destinada para el tren.

La eurorregión, que tendrá su sede oficial en Hendaya, ha tomado el impulso definitivo que necesitaba e, incluso, adelantará los plazos inicialmente previstos. Finalmente, la fórmula de cooperación territorial, que preveía ser una realidad cuando finalizase el presente año, se constituirá jurídicamente después del verano.

El Consejo de Gobierno aprobó el convenio y los estatutos el pasado 31 de mayo, mientras que el Consejo Regional de Aquitania prevé hacerlo el 11 de julio. Los primeros borradores del texto fueron enmendados por los Gobiernos de Francia y España. No obstante, una vez aprobado el nuevo texto, el Ministerio de Administración Pública español y el de Asuntos Exteriores del país vecino tendrán que volver a sancionar el convenio y los estatutos.

La consecución de esta entidad -creada al amparo del Derecho comunitario como una Agrupación Europea de Cóperación Territorial (AECT)- posibilitará además complementar actividades de investigación e innovación, implementar proyectos de desarrollo sostenible y establecer sinergias entre ambas regiones en materia de educación, agricultura o turismo. Igualmente, contribuirá a la difusión de la cultura vasca y del euskera. "Tenemos mucho que aportarnos", aseveró el lehendakari.

"Hasta ahora el nacionalismo identitario vasco había supuesto un freno", destacó López. Tras muchos años de colaboración interregional para crear una eurociudad en el ámbito comprendido entre San Sebastián y Bayona (Francia), el Gobierno del exlehendakari Juan José Ibarretxe acordó en 2007 conformar la denominada Conferencia Eurorregional entre Euskadi y Aquitania, un órgano de cooperación transfronteriza que carecía de personalidad jurídica.

Este acuerdo no tuvo efectos prácticos en la colaboración entre ambos territorios. Nació sin presupuesto y no desarrolló ningún proyecto. Simplemente, realizó estudios para mejorar la comunicación entre ambos territorios. "Nosotros apostamos por esta Eurorregión y eso por sí solo ya es el primer paso hacia el éxito", abundó López.