Un sudoku sin fin
La crisis de Grecia da una tregua, pero el paro en EE UU trae nuevas dudas
Que la salida a la Gran Recesión no iba a ser fácil se suponía. Pero que nos íbamos a encontrar tantas piedras por el camino era difícil de prever, incluso para los más pesimistas. Esta semana se avanzaba hacia una solución para el nuevo rebrote de la crisis de deuda en Grecia. Sin embargo, la alegría duraba poco en los mercados inmersos en una especie de yenka en bucle (ya saben, la canción de "adelante detrás un dos tres..."). Las dudas esta vez se han instalado en el ánimo de los inversores de la mano del mercado de trabajo en EE UU.
La creación de empleo neto no agrícola en mayo en la primera potencia económica del mundo fue de 54.000 puestos frente a los 232.000 puestos de abril. El dato estuvo muy por debajo de lo previsto por el mercado (165.000 puestos). La tasa de paro en EE UU aumentó con respecto al mes anterior, pasando del 9% al 9,1%.
En este contexto, los inversores mantienen la cautela y prefieren no correr excesivos riesgos en renta variable, aunque por valoración existen bastantes oportunidades en Bolsa, sobre todo si se compara con la rentabilidad que ofrecen otros activos alternativos. Así, el Ibex 35 se apuntó una pequeña subidita del 0,23% en la semana, y se mantiene en terreno positivo en 2011 (gana un 4,3%).
Desde el punto de vista corporativo, en los últimos días se han vivido dos hechos significativos que ponen en evidencia las dificultades que atraviesan algunas compañías. Por un lado, Abengoa, presionada por su situación financiera, se veía obligada a dar entrada a un socio en el capital de Telvent al mismo tiempo que vendía activos en Brasil. Por otra parte, Smithfield Foods daba marcha atrás en su intención de lanzar una opa de exclusión, junto con el empresario Pedro Ballvé sobre Campofrío debido a las condiciones económicas adversas.
Por lo que se refiere al culebrón periférico, esta semana se cerraba un nuevo capítulo: la Unión Europea aprobará previsiblemente una nueva ayuda económica Grecia, con la colaboración del sector privado (tenedores de bonos griego) tras dar el visto bueno a las nuevas medidas de austeridad propuestas por el Gobierno de Atenas.
Los avances en Europa, junto con el mal dato de empleo en EE UU tuvieron una consecuencia inmediata: la apreciación del euro frente al dólar. La moneda común se cambia ya a 1,46 dólares. Además, para España los avances en Grecia han relajado la prima de riesgo. El diferencial con el bono alemán cayeron en la semana desde los 233 puntos básicos a 217 puntos básicos.
La semana que viene la principal referencia para los mercados será la reunión mensual de política monetaria del Banco Central Europeo, donde se podrían dar pistas acerca de una posible nueva subida de los tipos de interés en el área euro el próximo mes de junio. En EE UU, además del Libro Beige de la Reserva Federal, se dará a conocer la balanza comercial y los inventarios mayoristas de abril. -
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