Rajoy se encierra en Génova y deja que el foco siga en el PSOE
El líder del PP, Mariano Rajoy, ha decidido mantenerse fiel a una estrategia de bajo perfil de la que ha obtenido un enorme rédito electoral. Ante la evidencia de que el foco informativo está en el PSOE después de sus pésimos resultados electorales, Rajoy ha decidido desaparecer por completo del primer plano de la escena mediática. Ayer ni siquiera convocó a su dirección —lo deja para el miércoles—, por lo que tampoco compareció Dolores de Cospedal.
Rajoy no solo no ha concedido ninguna rueda de prensa desde que el PP ganó las elecciones —tampoco lo hizo durante la campaña, ni antes— sino que evitará dar ningún discurso público hasta el viernes. En dos semanas solo habrá aparecido en una entrevista a Abc, publicada en dos días.
El líder se ha encerrado en Génova, sede del partido, a resolver asuntos internos —no se sabe aún si habrá congreso del PP este año o no— y ha dejado así que todo el foco se vuelque en el PSOE, precisamente su estrategia durante los últimos meses y en la campaña electoral, mientras él evita lanzar propuestas polémicas.
De hecho, en la entrevista de Abc la propuesta más concreta es la de fijar por ley un techo de gasto para todas las Administraciones, algo que está ahora en discusión porque Alemania lo pide, pero que en la práctica ya se produce porque el Gobierno solo autoriza un determinado nivel de déficit y endeudamiento de cada autonomía en función de su situación financiera. En la entrevista, Rajoy asegura que no ha dedicado "ni un minuto" a pensar en su futuro Gobierno y que se limitará a nombrarlo "con las personas más competentes" que encuentre.
Rajoy está concentrado en su despacho en varios asuntos. De momento, mañana ha convocado a todos sus barones y baronesas regionales a una comida privada. No se espera gran contenido político, aunque podrían perfilarse algunas de las estrategias ahora que el PP va a disponer de casi todo el poder territorial.
El equipo de Javier Arenas está preparando un documento para marcar las líneas maestras y rojas de los recortes que el PP va a llevar a cabo en los próximos meses. La dirección nacional va a mandar un mensaje muy claro a todos sus dirigentes, en especial a los que llegan ahora al poder.
La idea es que haya medidas de austeridad con gran impacto de imagen —como la reducción de altos cargos, de consejerías y de puestos de libre designación—, pero la dirección prohibirá los recortes de servicios públicos como sanidad o educación. Rajoy quiere evitar antes de las generales situaciones como las vividas en Cataluña o Murcia, con maestros y médicos protestando en la calle.
El PP prometió en campaña una reducción del 50% de empleos eventuales en la Administración. Los populares matizan ahora esa promesa. Dicen que hay Administraciones donde gobierna el PP, como Castilla y León, que ya eran austeras y que allí no se puede bajar mucho. La medida irá caso a caso, por tanto. Precisamente, lo que más le gusta a Rajoy con casi todos los asuntos.
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