"Ya solo soy forofo de mis amigos"
El actor que encarnó a Curro Jiménez en una de las más famosas series de la televisión en español solía ser del Peñarol porque, de chico, vivió en Uruguay, país al que ama y al que sigue ligado por ese amor, y del Real Madrid, el equipo de su ciudad, donde vive cuando no anda de gira teatral o rodando cine.
Pero ya Sancho Gracia, que tiene 74 años y de quien Rafael Azcona, su amigo, dijo que "es difícil bajarse del caballo y seguir siendo tan buen actor como es", no es forofo de nadie, desencantado de que el fútbol sea ahora un escondrijo de estrellas que no tienen patria: "Ahora solo soy forofo de mis amigos". Por ejemplo, como es gran amigo de Alfredo di Stéfano, "que es un tipo formidable, muy buena persona, un genio que solo se enfada con los pesados", él quería que los equipos de Di Stéfano, el Valencia, el Espanyol, "ganaran siempre, aunque jugaran contra el Madrid".
Ha sido gran amigo de futbolistas. Por ejemplo, dice la leyenda que, de muy joven aún, recibió en Montevideo a una expedición del Madrid de don Alfredo (y de don Santiago Bernabéu) y que él fue quien acompañó en su excursión prostibularia a algunas leyendas del balompié de entonces. En ese equipo estaba Puskas, por ejemplo, de quien él tiene un recuerdo impecable.
Nostalgias aparte, solo es de sus amigos. "Quiero que juegue bien Forlán y, en este caso, soy del Atlético de Madrid, ya que, además, ahí está mi amigo Enrique [Cerezo] de presidente". Pero con el resto ya no vibra tanto: "No hay amigos en las plantillas ni hay amigos en el banquillo. Así que para qué te vas a molestar gritando en la grada a favor de nadie. Además, mira lo que le han hecho ahora a mi amigo Jorge Valdano en el Madrid. ¡Eso no se puede hacer!".
Se ha enfriado el madridismo en su corazón. Pero no extrema las críticas al objeto de su vieja militancia, ni mucho menos. "Este Madrid es bueno. A veces juega muy bien y a veces no juega tan bien. Pero este año no lo ha hecho mal. Ha quedado segundo. ¿Qué más quieres si delante ha tenido al Barcelona?".
Vio la final de la Champions en Bilbao, donde asistía a un festival de cine gastronómico: "Ese Barça es mucho Barça. ¿Viste a Messi? Ese tío es increíble, el mejor del mundo. Mira cómo se mueve en el área. Como si estuviera en su casa. ¡Pero es que ahí juegan todos bien. Me gustó mucho el Barça. Da gusto verlo jugar". ¿Y Cristiano Ronaldo, por ir con comparaciones? "Muy bueno también, pero mucho más de fuera del área, mientras que Messi es como todos los sudamericanos: se atan la pelota al pie y esquivan al que sea. Los europeos no saben hacer eso".
Ahora ya Sancho Gracia no es tanto de graderíos: "Me invitan y voy a los palcos. Se ve mejor. Y en la tele, por cierto, se ve de puta madre". Además, al campo se va si eres apasionado: "Y ya no hay tanta pasión. No existe el concepto de la camiseta, ¿no te das cuenta? El Barça, en eso, lo hace mejor que el Madrid porque gran parte de sus jugadores son de la cantera mientras que en el Madrid cada uno viene de un sitio. Eso te echa un poco para atrás, ¿no te pasa a ti?".
Ha pasado por algunas rachas en las que la salud lo empitonó, pero se ha rehecho y está como nunca, es decir, como Sancho Gracia vestido de Curro Jiménez. A lo largo de la vida, ha sido un deportista esporádico. Hizo esgrima -"no la practico ya y, además, era muy malo"- y montó a caballo. "Para la serie, no te jode, y para divertirme también, pero ya es que no son tiempos", explica. ¿Y el fútbol? "¡Estás loco! En el fútbol yo no serviría ni para banderín de córner".
Buen amigo de los intelectuales madrileños de los sesenta, era compañero de tertulias de Juan García Hortelano, de Javier Pradera, de Juan Benet... "A Benet lo llevé al fútbol una vez. ¡No tenía ni puta idea de qué era eso de jugar a la pelota!".
Los cuentos del fútbol
- Hace años, Sancho Gracia leyó los dos tomos de Cuentos de fútbol que recopiló su amigo Jorge Valdano para Alfaguara. Desde entonces tiene la idea de convertir en una serie de televisión algunos de esos cuentos, de escritores españoles e hispanoamericanos, incluido Valdano. Quien conoce a Sancho Gracia, que ahora anda promoviendo un festival de las artes en las Rías Bajas, cerca de su casa de Mondáriz, sabe que terminará concluyendo su propósito porque en eso es como Curro Jiménez, su personaje más celebrado: donde pone el ojo pone la bala. Siempre le ronda Curro, aunque ha hecho de todo en cine, teatro y televisión. Ahora prepara con el director teatral Miguel Narros un espectáculo en el que él leería versos... bandoleros.
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