_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Cae El carnicero de Srebrenica

Ratko Mladic, posiblemente el mayor genocida que ha conocido la historia reciente de Europa, ha sido detenido. Srebrenica lo recuerda bien. Allí, Mladic y el Ejército serbio masacraron a 8.000 personas. El motivo, como el de todos los genocidios, fue absurdo e irracional: eran bosnios, una etnia diferente.

El coronel, que ya había destacado en el Ejército Popular Yugoslavo por su carácter estoico e impasible, no dudó en ordenar la muerte de hombres, mujeres y niños. El silencio que prosiguió a la barbarie aún sigue latiendo en el corazón de los Balcanes.

Mladic, al que ya ha reclamado el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, ha sido recordado estos días con los diversos apodos que le acompañan desde el final de la guerra de Bosnia: El carnicero de Srebrenica, El hombre de la mirada de hielo...

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La mitificación que envuelve a estos macabros personajes no debe cegarnos de apreciar el dato más terrible que los asiste: su condición de seres humanos. Ese hecho es el que debe hacernos reflexionar y preguntarnos cuáles son las causas del terror que la humanidad lleva presenciado desde su nacimiento.

Solo si admitimos que Mladic, como el resto de genocidas, es un hombre igual que nosotros, podremos aprender que la barbarie no es un monstruo, sino el resultado del imperdonable error de considerarnos diferentes a los que la acometen.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_