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El sector de Madrazo tiene la llave en Álava

Aún pendiente de resolver su batalla interna y tras perder su representación en las tres capitales vascas y en las Juntas de Vizcaya y Guipúzcoa, Ezker Batua (EB) se ha encontrado con un inesperado regalo en Álava, donde ha conseguido dos representantes, los mismos que obtuvo en 2007 en coalición con Aralar. La formación vive horas duras debido a que la batalla interna entre los dos sectores, el encabezado por el coordinador general Mikel Arana, y su predecesor, Javier Madrazo, se mantiene abierta. Las dos corrientes tienen sendos Consejos Políticos y Presidencias.

La organización está demasiada inmersa en la guerra por el control del censo de afiliados de cara a una eventual asamblea extraordinaria. Además, viven un duro momento financiero debido a la pérdida de representantes institucionales.Las dos junteras elegidas, Nerea Gálvez y Mertxe Etxezarreta, son de la máxima confianza de Madrazo, por lo que todo apunta a que será el sector del antiguo coordinador general quien decida.

EB tiene la esperanza de poder consolidarse como la quinta pata del escenario político vasco como izquierda vasca no nacionalista. Creen que la presencia del movimiento 15-M en Euskadi confirma que ese es el camino a seguir.

De momento, Gálvez ha afirmado que todas las opciones están sobre la mesa, salvo apoyar a un candidato del PP. No ha aclarado si propiciaría su elección con una abstención, pero nadie en el partido contempla este escenario hoy por hoy. Galvez parece esperar a ver qué bloques se conforman. La juntera dijo ayer en Radio Vitoria que ninguna formación les ha contactado. Afirmó que hablarán con todos, pero teniendo claro que "hay que respetar el programa" y que hay "líneas infranqueables". "No vamos a apoyar nunca un gobierno que siga recortando derechos y privatizando derechos sociales", añadió.

Si se confirma que EB no dejaría que De Andrés sea el diputado general, la única incógnita pendiente sería si entrarían en un gobierno foral -con el PNV y Bildu o, opción bastante más remota, con PNV y PSE porque automáticamente pondría al Gobierno vasco en jaque- y si se limitarían a llegar a un acuerdo programático.

Madrazo se convirtió en el rostro visible de EB en el Gobierno tripartito de Ibarretxe. En la extrapolación de datos que este diario hizo de los resultados del 22-M a unos comicios autonómicos, EB obtendría dos escaños.

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