Las causas de una derrota

Me sorprende que desde muchos medios afines al PSOE, incluso desde dentro del propio partido, se alude a la crisis económica como la causa principal de la clara derrota electoral sufrida el pasado domingo. Craso error. Justificar tal descalabro amparándose en una situación coyuntural, por otro lado inevitable, no hace más que aplazar la solución al problema que este país tiene actualmente con la clase política y su relación con la sociedad.

Deberían ser analizadas las causas de la derrota partiendo de que quizás no haya sido la crisis por sí misma la que ha dado lugar al desalentador resultado, sino más bien la gestión de tal crisis. Pienso que esta gestión ha provocado una indignación manifiesta que se percibe con solo salir a la calle. El que haya habido ganadores gracias a este descontento popular no les hace dignos de tal victoria, sino que puede dar lugar a una falsa impresión de trabajo bien hecho. Nada más lejos. Plantéense por tanto cómo volver a conectar con el pueblo, antes de que sea demasiado tarde, pues hoy los perdedores han sido unos, pero, como la situación no cambie, los perdedores serán siempre los mismos, los indignados.