CiU acepta que el Parlamento catalán discuta una ley para esconder la bandera española
El Parlamento catalán discutirá en las próximas semanas una ley que pretende prohibir la presencia de la bandera española en las instituciones catalanas. La permisividad de Convergència i Unió (CiU), con mayoría en la Mesa que regula el funcionamiento de la cámara, permitió ayer que la norma fuera tramitada, pese al rechazo del Partit dels Socialistes y el Partido Popular. Será debatida en el pleno del Parlamento cuando termine el período de presentación de enmiendas. La ley la registró Solidaritat Catalana per la Independència, que con sus tres diputados (cuatro si se cuenta a Joan Laporta, que abandonó la coalición en marzo) se ha caracterizado por presentar leyes maximalistas.
La norma que aceptó tramitar CiU pretende burlar la ley estatal de 1981 que regula el uso de la enseña nacional. El texto dicta que "la bandera española deberá ondear en el exterior y ocupar el lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial o insular y municipal del Estado". Solidaritat quiere que la bandera se coloque de tal manera que no se vea desde la calle. Para sortear su presencia en el interior de las instituciones, la coalición pretende que cada Ayuntamiento decida qué entiende por sala preferente, excluyendo explícitamente el salón de plenos.
Pese a aceptar su debate, CiU no está por la labor de aprobarla. Jordi Turull, portavoz parlamentario de la formación, evitó ayer pronunciarse sobre el texto, aunque criticó a Solidaritat por hacer leyes que solo buscan "presencia mediática". Turull justificó la permisividad de CiU en la Mesa alegando que la norma cumple los requisitos jurídicos para ser presentada, sin entrar en su contenido.
Los nacionalistas tomaron una actitud similar con una ley de Solidaritat que reclamaba una declaración de independencia en el Parlament. En esa ocasión, CiU tramitó la norma aunque permitió con su abstención que el pleno del Parlamento la tumbara. Previsiblemente, esta nueva ley de Solidaritat tendrá un final similar.
