Chacón esperará al Comité Federal para anunciar su candidatura
La ministra lleva semanas consultando sus opciones con dirigentes del PSOE
Antes de que se ponga en marcha el proceso de primarias en el Comité Federal del próximo sábado no está previsto que nadie anuncie su propósito de presentar su candidatura para sustituir a José Luis Rodríguez Zapatero. Los nombres sobre la mesa, de los que se habla en el partido, siguen siendo los de Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón. Por el momento no hay ninguno más.
El nombre del vicepresidente primero es más utilizado como posible candidato de consenso, sin elecciones primarias, mientras que el de la ministra de Defensa es barajado como posible para ser elegido por los militantes.
Ayer mismo, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, habló de Rubalcaba como candidato de consenso. Y otros dirigentes del partido han hablado abiertamente de esta posibilidad en las últimas horas.
El proyecto de la titular de Defensa miraría más al largo plazo del PSOE
En 2000, Rubalcaba fue el comisionado de José Bono para intentar convencer a José Luis Rodríguez Zapatero para que retirara su candidatura y se integrara en la del ahora presidente del Congreso de los Diputados. Sus gestiones resultaron infructuosas y no pudo evitar la confrontación en el XXXV Congreso del partido que llevó a Zapatero a la secretaría general. Además, el vicepresidente primero suele bromear con el hecho de que siempre ha perdido todas las batallas orgánicas, y especialmente las primarias, como las recientes de los socialistas de Madrid.
Ambos, tanto Rubalcaba como Chacón, han sido tratados por el aparato del partido durante esta campaña electoral con la neutralidad y equidad propia de dos aspirantes ya consolidados y con la decisión tomada, a falta de que se pongan en marcha los trámites. Por ejemplo, incluyendo el mismo número de actos de los dos en la caravana de los periodistas que cubrían la campaña del PSOE.
Ninguno de los dos, en todo caso, ha anticipado en público su disposición a presentarse, a la espera del Comité Federal del sábado que fijará el calendario y los trámites para ese proceso. Y los dos han recibido en los actos muestras de cariño de los militantes y peticiones de los asistentes a mítines para que se presenten para sustituir a Zapatero.
El resultado de las elecciones municipales y autonómicas y la hecatombe del PSOE dejan en suspenso las estrategias o posibles movimientos previos de ambos.
Chacón tenía decidido antes de la cita electoral plantear su candidatura a unas posibles primarias. Y directamente o a través de su entorno había dado ya los pasos correspondientes para preparar su candidatura. Desde luego, descartaba la posibilidad de retirar su candidatura para integrarla en la de Rubalcaba, opción defendida por destacados dirigentes. En ese caso, el vicepresidente primero sería candidato con la ministra en lugar destacado.
El plan de Chacón pasaba por formar una candidatura a largo plazo, sobre la idea de que los anteriores líderes socialistas, con el paréntesis de Joaquín Almunia, han desarrollado proyectos de, al menos, 10 años. Es decir, que no sería un proyecto a corto plazo para las próximas elecciones, sino pensando en los siguientes años. Para poner en marcha ese proyecto, antes de las elecciones del domingo ya hubo movimientos en su entorno, dirigidos a anunciar la candidatura tras las elecciones autonómicas.
La duda es si el desastre para el PSOE en las elecciones del pasado domingo empuja a los militantes del PSOE a buscar la seguridad que, en teoría, representaría la candidatura de Rubalcaba o, por el contrario, esa situación les empujaría a apostar por una opción más arriesgada y a largo plazo como la que representaría Chacón. Con la diferencia de que Zapatero sí supuso una ruptura con respecto al PSOE anterior a él, el modelo sería el del congreso de 2000 cuando el partido acababa de sufrir una derrota en las generales y los delegados apostaron por la opción más arriesgada, frente a la de José Bono, que partía como favorito. Esta incógnita sobre cuál será la reacción de los militantes socialistas a la hecatombe electoral es la que marca las decisiones estratégicas de la ministra de Defensa.
Destacados dirigentes del partido han dado por hecho en las últimas semanas que la ministra de Defensa podría presentarse a las primarias. Incluso esa posibilidad ha sido objeto de bromas en el Congreso: el propio Bono envió a Chacón sms hace dos semanas, tras un mitin en Castilla-La Mancha, en el que venía a decirle algo así como "así ganarás las primarias".
Chacón ha aprovechado su participación en la campaña electoral para sondear posibles apoyos o, en todo caso, tomar la temperatura a los distintos territorios y consultar a dirigentes relevantes del partido. Y se volcó con Castilla-La Mancha, donde el PSOE se jugaba su futuro. Chacón mantiene una relación de amistad con el presidente en funciones de esa comunidad, José María Barreda, y fue de los pocos miembros del Gobierno que han hecho campaña en esa región, aunque fuera sin coincidir en el mismo acto con el que era candidato socialista.
Ayer, la ministra de Defensa rechazó concretar en Bruselas cuando los periodistas le preguntaron sobre su presunta candidatura: "Suelo separar mucho las cuestiones institucionales de las cuestiones orgánicas y de partido. Entenderán que no es el lugar".
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