Los vecinos de Ascó votan 'sí' al almacén nuclear

Las elecciones en Ascó también eran un plebiscito sobre la posibilidad de albergar un almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares. Con una participación del 83,11%, el mapa político sigue igual que en 2007: el alcalde, Rafael Vidal (CiU), partidario del almacén nuclear, logra cuatro concejales, los mismos que Independents d'Ascó. Esta formación propone realizar una consulta para que sean los vecinos los que decidan si albergar o no el silo atómico.

La balanza la inclina el PSC, que está a favor del ATC y que, con un solo concejal, tiene la llave del Consistorio. Lo más probable es que se reedite un pacto sociovergente, que ilustraría que la población ha aprobado en las urnas acoger el almacén.

Arantxa Capdevila, profesora de Comunicación Política en la Universidad Rovira i Virgili, considera que en el resultado intervienen dos factores favorables al cementerio nuclear, "La aceptación de las centrales por parte de los votantes y los intereses económicos, ya que son muchas las familias que trabajan en ellas", señala Capdevila.

Lo mismo sostienen los partidos. "El referéndum sobre la nuclear se celebró este domingo, así lo dijimos en todos los mítines", explica Josep Martínez, número uno del PSC. Igual de exultante se muestra Vidal, que es técnico de la central. "El pueblo ha dicho sí al ATC", afirma el convergente.

La situación es más compleja para Independents d'Ascó. La formación tiene en sus listas a partidarios y detractores del ATC. Su líder, Antoni Casanova, que trabajó en la central nuclear, dirigió el municipio entre 1999 y 2007, y sus detractores dicen que compró unos terrenos para construir el cementerio; él sostiene que eran para un polígono. Casanova también participó en el Programa Cowan, un congreso europeo en el que se dirimió la posibilidad de que España construyera un silo de estas características. "La suma de votos refleja un sí, pero ha votado gente que solo está empadronada de manera transitoria porque trabajan en la central", afirma Casanova.

"Lo que ha ocurrido en Japón refuerza la necesidad de construir una instalación de estas características y nueve de cada 10 vecinos están a favor", sentencia Vidal.