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Elecciones municipales

Fernández Díaz se muestra dispuesto a pactar con CiU

El PP se consolida como la tercera fuerza política y busca gobernar

Clave y decisivo. Esos son los adjetivos con los que el Partido Popular catalán definió anoche su papel en el próximo gobierno del Ayuntamiento en Barcelona. La lista liderada por Alberto Fernández Díaz obtuvo el mejor resultado en la historia del partido (el 17,23% de los votos) y aumentó su presencia en el Consistorio con un concejal, con lo que llega a ocho. Al cierre de esta edición estaba a 71 votos de obtener otro. En el contexto de Cataluña, el PP consolidó su posición como tercera fuerza política.

La presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, remató su mensaje de celebración con la apertura del abanico de los pactos. "Barcelona ya no es cosa de dos, es cosa del Partido Popular", aseguró ante los simpatizantes y militantes. Tanto Fernández como Sánchez-Camacho felicitaron a CiU y a Xavier Trias, pero no los mencionaron cuando se refirieron a las posibles alianzas. La presidenta del PP dijo: "Hablaremos con otras fuerzas políticas que estén dispuestas a apostar por el cambio", aunque enfatizó que el PP "quiere ser un partido de gobierno". Por su parte, Fernández remachó: "Administraremos el resultado con responsabilidad".

Los populares podrían ser claves en las alcaldías de Tarragona y Girona

En Barcelona el partido obtuvo 104.208 sufragios. En Cataluña, con el 99,9% de los votos escrutados, recibió 363.338 (el 12,67% del total). Esto son 473 concejales, el 65% más que en las anteriores municipales, recordó Sánchez-Camacho.

A la espera de que Trias haga la llamada, el PP se regocija con su resultado en Badalona, el más contundente que ha obtenido en la historia en una gran población de Cataluña. Allí Xavier García Albiol obtuvo, con el 33,48% de los votos, 11 concejales, cuatro más que en 2007. No en vano Alicía Sánchez-Camacho decidió ir a pasar allí el resto de la noche electoral y terminó bañada en cava, informa Fermín Robles. Fue la gran victoria del partido. La líder también recordó que su partido puede ser decisivo en las alcaldías de Tarragona y Girona.

Pero no todo fue alegría entre las filas populares. El resultado obtenido por el partido de ultraderecha Plataforma per Catalunya (65.890 sufragios, un 2,3%) fue recibido con alerta. Sánchez-Camacho fue prudente a la hora de analizarlo; aseguró que "no hubiera deseado que se produjera", y destacó: "Nuestro programa de inmigración se enmarca en las leyes españolas".

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El PP trató de atraer a sus votantes en esta campaña prometiendo cuantiosas reducciones de impuestos, 60.000 puestos de trabajo, 22.000 viviendas de protección oficial y más guardia urbana, pero también acusó a los inmigrantes de traer enfermedades ya erradicadas y se propuso acabar con el principio de igualdad ante la ley y expulsar a los delincuentes extranjeros que delincan, independientemente de su situación legal. Fernández puso el adjetivo el primer día: "Una campaña políticamente incorrecta".

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