Cornellà honra a De la Peña

La liturgia del fútbol cobra a veces más fuerza que el desarrollo o el resultado de un partido, y eso es lo que sucedió en Cornellà, donde el Sevilla, demoledor en el remate, tres disparos, tres goles, ganó por 2-3. Pero más allá de eso, se fue un genio, se despidió Iván de la Peña del fútbol. Solo por eso, valió la pena el Espanyol-Sevilla. Un jugador único, diferente, a sus 35 años, martirizado por las lesiones, tuvo que decirle adiós al deporte que lo ha sido casi todo en su vida, una efeméride que le hizo llorar y que emocionó a quienes acudieron al estadio.

El Sevilla exhibió la pegada de la que careció el Espanyol. Especialmente implacable se mostró Negredo, con dos goles impresionantes, con los que redondea una excelente temporada que concluye con 20 dianas. El Sevilla, en definitiva, se salió con la suya. Con su triunfo evita el engorro de disputar la previa de la Liga Europa, el 28 de julio.

Nada más ponerse el balón en juego, Alfaro progresó por la banda derecha, cedió atrás y desde el borde de la media luna, Negredo empalmó un tirazo en diagonal que se coló por la escuadra. A partir de ese momento, el Espanyol trenzó el juego, Verdú la movió con criterio, Luis García y Álvaro abrieron el campo y dieron muchos problemas a Cáceres y Dabo.

Se sucedieron las ocasiones del Espanyol, hasta que el Sevilla anotó su segundo tanto. Fue precioso, un gol que encumbró a una perla. Se llama Luis Alberto, es de Cádiz, tiene 18 años, se estrenaba como titular en el Sevilla. Ya había insinuado su descaro en alguna acción previa. Y en esas que se arrancó por la izquierda, hizo una pared con Romaric, se metió en el área y le dio el segundo gol masticado a Kanouté. Negredo, con un sensacional remate con la izquierda a bocajarro, dejó el partido visto para sentencia. Pero la sociedad formada por Verdú y Osvaldo exhibió su calidad y le dio dos goles al Espanyol, que aguantó el tipo hasta que se bajó el telón y se abrazó a su ídolo, Iván de la Peña.