Llull funde al Fuenlabrada
El Madrid se impone a los de Maldonado con 21 puntos del menorquín y un gran Reyes
Retomaba el Madrid el escenario competitivo tras regresar de la final four de Barcelona por el bulevar de los sueños rotos con la confianza magullada. Se notó en el arranque del partido donde el meritorio Fuenlabrada impuso su espíritu gremial y destapó las dudas en los blancos.
Gracias a la velocidad y el tino de Kus y Valters (13 y 8 puntos respectivamente en el primer cuarto), los de Salva Maldonado sellaron un 18-27 a un minuto del final del primer acto que presagiaba una tarde difícil para los blancos. Molin comenzó a mover fichas y a tocar teclas pero la solución tenía nombre propio: Sergio Llull. El menorquín cogió el timón con brío y la metralleta con pulso. Con la determinación del que se sabe en estado de gracia, Llull anotó 14 de los 19 puntos de su equipo en el segundo cuarto y con once puntos consecutivos sofocó la rebelión fuenlabreña colocando a los blancos uno arriba en el minuto 14 (30-29). Pero no acabó ahí la resistencia del cuadro de Maldonado. Dos triples consecutivos de Álvaro Muñoz impidieron que el arrebato de Llull rompiera el choque y mantuvieron la intriga hasta el descanso (48-46).
REAL MADRID 93 - FUENLABRADA 72
Real Madrid: Prigioni (7), Llull (21), Tucker (8), Felipe Reyes (17) y Tomic (8) -cinco inicial-; Carlos Suárez (0), Mirotic (14), Sergio Rodríguez (6), Begic (4), Vidal (2) y D'or Fisher (6).
Fuenlabrada: Kus (13), Valters (11), Muñoz (9), Barton (2) y Ayón (9) -cinco inicial-; Mainoldi (5), Laviña (5), Colom (8), Laso (2), Guardia (6) y Cortaberría (2).
Árbitros: Pérez Pizarro, García Ortiz, Peruga Embid. Eliminaron a Ayón (Fuenlabrada) por cinco faltas personales.
Unos 6.500 espectadores en la Caja Mágica de Madrid.
A la vuelta de los vestuarios los blancos salieron con la lección aprendida y desde la defensa comenzaron a cimentar la ventaja que les dio el primer punto de la serie. Ayón cometió su cuarta falta en el minuto 22 tras sumar dos canastas consecutivas y los interiores madridistas comenzaron a campar a sus anchas.
Tomic, Mirotic y, sobre todo, Reyes -con 17 puntos y 6 rebotes- se adueñaron de la pintura en ambas zonas y con la ayuda de Tucker rompieron el partido con un parcial de 13-4 que acabó por fundir a los de Maldonado. A Kus se le terminó la puntería y Mainoldi no pudo darle relevo. El Fuenlabrada bajó los brazos, se entregó a la inercia y acabó concediendo una diferencia excesiva que no se correspondió con la realidad del encuentro.
Imposible más por menos rezaba el lema de la camiseta naranja del cuadro fuenlabreño para los cuartos playoffs de su historia. Imposible extender más los recursos de una plantilla que sobrevivió a la venta de Batista y a la fuga de Biyombo. Mañana, el segundo capítulo en Fuenlabrada. Enfrente un Madrid que ya no persigue sueños rotos y trata de disipar las dudas antes de volver a subirse en la montaña rusa en la que vive este curso.
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