"Entiendo la queja pero no comparto el 'no votéis"
La oficina del candidato socialista Jaime Lissavetzky, escondida en el cuarto piso de un edificio de viviendas de la calle de Ferraz, bien podría ser la consulta de un dentista. En el discreto inmueble, que contrasta con la aparente sede de Tomás Gómez en Callao, trabaja su equipo, compuesto también por voluntarios, para cambiar el mal augurio que señalan las encuestas en la pugna por la alcaldía de Madrid. Asegura que, gane o pierda, él se queda.
Una mesa llena de fotografías (él asiendo el timón de un barco o con el futbolista Raúl) preside su pequeño despacho. Un enorme mapa de Madrid, un poco torcido, marca la geografía laboral para los próximos cuatro años del ex secretario de Estado para el Deporte.
"No satanizaré la M-30, pero hemos pagado demasiado por ella"
"En el PSM tenemos un problema de continuidad con los candidatos"
"Hay una cierta desafección. Los políticos no estamos bien vistos"
"Sería una buena idea dejar que los plenos sigan en el Palacio de Cibeles"
Pregunta. La mitad de los encuestados por EL PAÍS opina que se marchará del Ayuntamiento tras las elecciones. ¿Por qué?
Respuesta. Quizá por mi proyección nacional. He sido siete años secretario de Estado para el Deporte. Pero lo que vale es mi palabra. Y aseguro, juro, prometo y si hace falta me voy a un notario, que me quedo. Si yo dejo un puesto relevante y doy un paso para venir a mi ciudad, lo hago de manera irreversible. Y yo no voy a faltar a mi palabra.
P. ¿Tendrá que ver con que todos sus predecesores se fueron?
R. Que se lo pregunten a ellos. La encuesta también decía algo de que Gallardón se iba a ir, mismo porcentaje. Deben de verle también proyección nacional.
P. Las encuestas le dan 18 o 19 concejales. ¿Es posible remontar?
R. No doy nada por perdido. Ya dije que me iba a dejar la piel, y lo he demostrado estos meses. He dado todo lo que he podido, propuestas, proyectos... Las encuestas miden un estado de ánimo y no descarto un resultado distinto.
P. ¿El mismo resultado que obtuvo Sebastián sería malo?
R. Todo es relativo. Soy de ciencias y me gusta hacer comparaciones homogéneas. Cómo estaba la economía entonces, cuántos parados había...
P. ¿Quiere decir que hoy, con el índice de paro, aquel resultado [el peor de la historia del PSM] no sería tan malo?
R. No quiero especular. Ahora mismo estoy exclusivamente en la carrera electoral y voy a intentar sacar el mejor resultado. Sé que hay factores importantes como la abstención, cierto desencanto con las políticas que han afectado a mucha gente que está en el paro. Es difícil explicar que la crisis viene de fuera, que es mundial, que tenemos nuestro problema específico con la economía que estuvo basada en la construcción, en la ley del suelo de 1997 del PP y que también los socialistas habremos hecho algo mal... La gente tiene sus problemas y reacciona.
P. ¿Cómo afectarán las movilizaciones del 15-M?
R. Hay una cierta desafección de una parte de la sociedad. Los políticos no estamos bien vistos. Pero aquí lo que está en cuestión es el sistema político. No me gusta lo de "no votéis". La queja, la manifestación la entiendo. Lo otro no lo comparto.
P. Parece un segmento de población que tiene su espacio natural en la izquierda.
R. Podría ser. De ser así, a lo mejor también tiene efecto positivo. Apelo a la historia para que vean quién disminuyó desigualdades y quién las aumentó.
P. ¿Por qué cree que el PSM lleva tanto sin gobernar?
R. Tenemos un problema de continuidad de las personas. Gallardón chupó banquillo 12 años.Luego, cuando ganó, ya lo hizo siempre. Es algo que hay que aprender de cara al futuro. Además, ha habido un incremento fuerte del precio de la vivienda con un cierto desplazamiento de gente joven, posiblemente proclive al voto de izquierda, a ciudades del área metropolitana como Getafe o Alcorcón. La población madrileña, en el sentido respetuoso del término, se ha derechizado.
P. ¿Les obliga a ustedes a derechizarse?
R. El PSOE lleva 132 años de existencia y tenemos convicciones a las que no renunciaremos, pero también hay que expresarlas en un lenguaje más entendible. Pero en absoluto ha habido derechización.
P. ¿Está a favor de las primarias en el PSOE?
R. Totalmente. Es un elemento importante e interesante. Pueden elegir todos los militantes al candidato que quieren. ¿Desventajas? Hasta que le cojamos el tranquillo, siempre quedan algunos rasguños, porque una agrupación apoya al candidato A, al B, y siempre hay su pique. Pero las heridas se curan. Es peor actuar con el dedazo como otros.
P. ¿A usted no le eligieron a dedo?
R. ¡En absoluto! Yo me presenté a primarias, no me nombró nadie. Tuve que recoger agrupación por agrupación las firmas. Se presentaron otros dos que no recogieron el mínimo.
P. ¿Y el PSM ha curado ya sus heridas tras las primarias?
R. Está en mejor situación que el día siguiente. Esos rasguños se van cerrando. Es condición necesaria, que no suficiente, para ganar unas elecciones que un partido esté unido. Otra cosa es que haya discrepancia, que es muy legítimo.
P. En los 462 millones que piensa ahorrar si gana las elecciones, ¿están incluidos los 90 de la tasa de basura que eliminaría?
R. Sí. La tasa es injusta porque la pagan los que ya pagan el IBI. Vamos a poner tasa de grandes generadores y el resto del dinero previsto de recaudación entrará dentro de ese ahorro.
P. ¿Usted no hubiera soterrado la M-30?
R. Yo no la satanizaré, pero los madrileños hemos pagado mucho por no haber hablado con las otras administraciones y buscar su apoyo, por prisas electorales o las razones que fueran. Y yo hubiera seguido los criterios ambientales y la voz de los vecinos. Además, hay 24.000 vehículos más al día en Madrid y el tráfico no ha mejorado con la M-30. Pero la deuda también viene por cosas como el Palacio de Cibeles.
P. ¿Entiende que el Gobierno no deje al Ayuntamiento refinanciar la deuda?
R. Entiendo que el Ayuntamiento tenga que cumplir la ley de Haciendas Locales, que se hizo cuando todavía gobernaba Aznar. Gallardón ha gobernado todos los años con déficit excepto en 2009. Ninguna familia gasta más de lo que ingresa.
P. ¿Ha calculado lo que costaría su propuesta de devolver el Ayuntamiento a la Plaza de la Villa y hacer un museo en Cibeles?
R. El dato que tengo es lo que ha costado llevarlo ahí: 510 millones de euros. ¿Es razonable que haya 29.000 metros de despacho en el centro de Madrid a más de 9.300 euros el metro? Mi propuesta es llevar ahí un museo de Ciencia y Tecnología, que ahora está en el Museo del Ferrocarril.
P. ¿Y qué hacemos con el Salón de Plenos que se ha hecho?
R. Sería una buena idea dejar que se sigan celebrando ahí. Ya está hecho y no lo voy a derruir. Si no, ya le daríamos utilidad. El Ayuntamiento no debió salir nunca de la plaza de la Villa.
P. ¿Decir que Ana Botella sucederá a Gallardón no implica asumir la derrota del PSOE en el Ayuntamiento y en el Gobierno?
R. Hay un elemento que me ha abierto los ojos: Gallardón no se ha comprometido a quedarse los cuatro próximos años. Yo le hubiera creído a pies juntillas, pero no lo ha dicho. Gallardón tiene una imagen de derechas, tirando a centro y educado. Ana Botella es de extrema derecha. Si Gallardón tiene intención de irse, los madrileños tienen que saber que quien se queda es ella. Todo el mundo sabe que el 2 sustituye al 1. La diferencia es que en mi caso, no hay diferencia entre yo y Ruth Porta.
P. Ha criticado la revisión del catastro, pero han pasado 10 años del anterior y a Madrid le toca.
R. Si soy alcalde, convocaré un pleno para pedir que no se lleve a cabo hasta que mejore la situación económica.
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