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Entrevista:ODÓN ELORZA | Alcalde donostiarra y candidato del PSE | Elecciones municipales y forales

"Mi fuerte es la experiencia y la dedicación absoluta"

Mikel Ormazabal

Odón Elorza acude a la entrevista, realizada el pasado sábado, tras compartir mitin, almuerzo y visita al Museo San Telmo con la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia.

Pregunta. ¿Unos comicios planteados como todos contra Elorza es el peaje que debe pagar un alcalde con 20 años en el cargo?

Respuesta. Tanto el PNV como el PP, que llevan 12 años en la oposición y no han tenido mucho que ver en la transformación de la ciudad, tienen ganas de desalojar al PSE de San Sebastián. A ambos partidos no les ha gustado que hayamos demostrado que los socialistas podemos gobernar con Aralar y Alternatiba de manera responsable, progresista y leal. Ese ensayo no viene bien para el discurso del PNV sobre la españolidad del PSE y tampoco para un PP que nos quiere tener como aliados únicos. Están dispuestos a acabar con la mayoría socialista con un pacto en la sombra que es vergonzante.

"Expreso mi preferencia por un gobierno con el PNV y Aralar"
"Soy un alcalde de base y pinto menos que un militante de barrio"
"Con diferencia, ha sido el mandato más importante de la historia"
"Me preocupa que el Ayuntamiento quede en manos de políticos sectarios"
Más información
"La ciudad debe pensar en una clave metropolitana y abrirse a su entorno"

P. ¿Cuál es la crítica que más le ha molestado?

R. La que menos entiendo es la que no reconoce que en los últimos cuatro años se ha producido en San Sebastián un avance de tal calibre que los efectos van a durar muchos años. Hemos culminado equipamientos y hecho inversiones que van a cambiar el modelo de la ciudad. El Basque Culinary Center, la Casa de la Paz, Tabakalera, San Telmo, Musikene y el Topo-Intercity son apuestas de gran calado. Si añadimos el reto de ser capital europea de la cultura, la huella que dejamos es muy profunda. Y todo se ha conseguido en plena crisis.

P. ¿Son las elecciones en las que más tiene que perder?

R. Sin duda. Son las más difíciles porque el tiempo que llevo como alcalde no juega a mi favor. En un momento tan complicado como este, la experiencia es determinante. Y nos avala una buena gestión con Aralar y Alternatiba, porque, con diferencia, hemos culminado el mandato más importante en la historia de la ciudad. Mi fuerte es la experiencia y la dedicación absoluta al Ayuntamiento, sin ninguna dependencia del partido.

P. ¿No puede decir lo mismo de sus rivales?

R. Evidente. Siempre he sido libre para hacer pactos y defender determinados objetivos políticos. Actuar con libertad desde una alcaldía es obligatorio. Y yo veo que algunos candidatos, como el caso del PNV, se fijan como objetivo el derecho a decidir. Eso no puede ser. Ahora toca hacer que el proceso de paz avance desde el respeto a la legalidad y a las víctimas hasta lograr la concordia y la reconciliación. No me gusta el planteamiento del PNV, que tiene un componente frentista, sobre todo en Guipúzcoa. No quiero que desde un Ayuntamiento se impulsen valores nacionalistas. Prefiero apostar por una ciudad más europea, intercultural... Y en el PP, su candidato está sujeto a la orden del Aznar, Mayor Oreja o Rajoy de turno. Me preocupa que el Ayuntamiento quede en manos de políticos sectarios.

P. ¿Si la ciudad está hecha, qué proyectos deben abordarse?

R. Aparte de las actuaciones prioritarias para generar empleo, vamos a combatir la carestía de la vivienda con las operaciones de San Bartolomé, Txomin y Auditz Akular. Estas dos últimas actuaciones suman 4.500 viviendas, el 80% de ellas de protección oficial. En equipamientos y grandes inversiones, la ciudad está hecha, pero se harán la nueva estación de autobuses, Tabakalera, la pasarela de Mompás, el metro y las mejoras en los barrios, además de la reforma del estadio de Anoeta. Ahora toca disfrutar.

P. ¿Si no se logra la capitalidad cultural, dimitirá?

R. No. Yo me puse esa condición si no pasábamos la última selección. Si no hubiéramos superado ese corte, esta campaña sería terrible.

P. ¿Le ha costado muchos disgustos defender algunos postulados políticos?

R. No tengo una posición relevante en el partido. Soy un alcalde de base y pinto menos que un militante de barrio, pero eso me da libertad para decir lo que pienso. En temas de coyuntura política, he defendido, por ejemplo, que Bildu tenía que estar en estas elecciones para derrotarle políticamente. Y sigo considerando que el lehendakari debe tener más libertad de movimientos, sin estar dependiendo del PP, para actuar en el proceso de paz y la desaparición del terrorismo. Por defender esto, algún militante del PSE no me habla, pero en política estamos, especialmente en Euskadi, para asumir riesgos. Me meto en fregados conscientemente.

P. ¿Se ve como el Guardiola o el Mourinho de la política?

R. No soy Guardiola, que es políticamente muy correcto, y no me gusta el estilo bronco y prepotente de Mourinho.

P. ¿Qué envidia de Azkuna y Lazcoz?

R. Azkuna ha heredado e impulsado una ciudad transformada completamente que hoy tiene un nombre en el mundo. Y Lazcoz ha aportado buen hacer y tranquilidad en una ciudad que en 20 años ha experimentado un desarrollo muy armónico.

P. ¿Su modelo de alcalde?

R. Voy a caballo entre el exalcalde de Barcelona Pascual Maragall y el que lo fue de Santiago Xerardo Estévez.

P. ¿La presencia de Bildu trastoca su política de pactos?

R. Expreso claramente mi preferencia por un gobierno entre diferentes con el PNV y Aralar. Sería una fórmula buena e interesante para San Sebastián.

P. Hace cuatro años pronosticó 12 concejales para el PSE y lograron 11. ¿Esta vez?

R. Hay que ir a la baja, porque Bildu deja menos para repartir. Soy muy cauto y consciente de la dificultad de un buen resultado.

P. ¿Cómo se imagina la ciudad del futuro?

R. San Sebastián tiene tres banderas: la cultura, la ciencia y la paz. Ese es el futuro. Cultura por los equipamientos que tenemos y nuestra apuesta por la capitalidad. La ciencia porque el ministerio nos ha reconocido como ciudad de la ciencia y la innovación. Y la paz porque estamos haciendo una apuesta colectiva por un proyecto que se llama "la concordia cívica y la reconciliación".

P. ¿Prepara la sucesión?

R. No, para nada. No me corresponde ni es el momento. Dentro de cuatro años, el PSE decidirá. Ahora no era momento de abandonar. Con tantos desafíos por delante, especialmente el de la paz, me veo útil para servir a la ciudad.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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