"Voy a votar a Lissavetzky"

Carmen Posadas (Montevideo, 1953) se trasladó a Madrid con su familia en 1965. Tenía 12 años. La profesión de su padre, embajador, la llevó por medio mundo: Moscú, Buenos Aires, Londres. En 1972 regresa a Madrid. Es autora de libros infantiles, guiones, novelas. La última, Invitación a un asesinato (2010). Vive cerca de Cibeles.

Pregunta. ¿Qué haría si fuera alcaldesa por un día?

Respuesta. Sobre todo, parar el parque temático en el que se ha convertido Madrid. Ya no es una ciudad para trabajar tranquila o para que las madres lleven a sus hijos al colegio, es un desfile de ciclistas, nudistas... que cortan el tráfico y nosotros, con santa paciencia, sufriéndolo todo. Luego, cambiaría las plazas que está haciendo este alcalde -al que, dicho sea de paso, no le tengo ninguna simpatía-, sin árboles, con bancos en los que no te puedes sentar... todo en contra del sentido común.

P. ¿Lo peor de Madrid?

R. Además de lo anterior, las segundas filas de los coches. Tengo la sensación de que quieren que dejemos el coche en casa por aburrimiento, y lo que deberían hacer es ser más estrictos con las segundas filas, todo el mundo aparca ahí y nadie dice nada. Se necesitaría un cambio de mentalidad de la gente, en el sentido de lo que dice el libro ¡Indignaos! [del diplomático francés Stéphane Hessel], que habla del problema de que todos soportamos todo como si fuera lo más normal, y no lo es.

P. ¿Y lo mejor de Madrid?

R. Sin duda, la gente. Soy uruguaya y Madrid es de las pocas ciudades del mundo donde cualquiera se siente en casa. Lo bueno es su forma de acoger y asimilar a los extranjeros. Al poco tiempo de llegar, todos somos madrileños.

P. ¿Con qué político se iría a cenar?

R. Francamente, se me ocurren muchas personas con las que ir antes que con un político. No me iría con ninguno.

P. ¿Y puede decir a quién votará?

R. Tengo muy claro que no voy a votar a Ruiz-Gallardón. Votaré a Lissavetzky.