Solidaridad con Lorca
La tragedia de Lorca, y en concreto el desplome de un edificio de nueva construcción, pone de relieve un aspecto colateral del boom inmobiliario reciente en nuestro país: no solamente se construyó mucho, sino que se construyó muy mal y a precios de construir bien. Los culpables no son únicamente los constructores, sino, a mi modo de ver, y de modo más principal, los políticos, da igual que centrales, autonómicos o locales, que ni siquiera en una zona de riesgo sísmico legislaron para exigir construcciones sólidas a fin de evitar desgracias.
Y nosotros, patéticamente sumisos siempre, seguimos sin reaccionar. También hechos como este merecen un "basta ya" exigente hacia esta "clase" política tan lamentable que nos damos y a la que catalogamos con tanta frivolidad de demócrata. Porque demócrata no es la persona electa por sufragio popular, esto es tan simplista como populista y demagógico, sino aquel que gestiona la gobernanza buscando lo mejor para el conjunto de los ciudadanos.- Dionisio Rodríguez. Villaviciosa de Odón, Madrid.
Recuerdo cómo, a raíz del terremoto en Japón hace dos meses, autoridades responsables de la seguridad nuclear en nuestro país sacaban pecho respecto a la seguridad de nuestras centrales nucleares -las de Garoña y Cofrentes, en concreto, que utilizan tecnología muy similar a la de Fukushima- diciendo que aquí no tenemos tsunamis. Es evidente que el mar es muy improbable que llegue a las dos centrales españolas mencionadas -salvo que caiga un meteorito en la Tierra, en cuyo caso sobraría seguir argumentando-, pero es igualmente cierto que en España existen zonas de conocido riesgo sísmico.
La central nuclear de Cofrentes se encuentra en un lugar próximo a una falla geológica similar a la que recorre el sureste de la península Ibérica y se halla a menos de 100 kilómetros de la provincia de Alicante, que es una de las áreas de mayor actividad sísmica de la Península, junto a Granada, Málaga y Murcia. ¿Qué estaríamos contando hoy si en Lorca se hubiera instalado una central nuclear? Sin ser catastrofista, además de ejercer de aprendices de brujo, se está -estamos- jugando a la ruleta rusa con la energía nuclear.- Luis José Herrero. Collado Mediano, Madrid
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.