Cuando el autobús esquiva al viajero
El raquítico servicio urbano de Pontevedra desatiende a las parroquias - Las líneas tienen destino fuera del municipio y solo paran para coger viajeros
Si hay una promesa electoral que en Pontevedra permanece inalterable elección tras elección es la de articular un servicio de transporte público urbano, inexistente como tal. Pasan los años y las reclamaciones de los vecinos de las zonas del rural se repiten: hacen falta líneas que conecten las parroquias con el centro. El Ayuntamiento se declara impotente para reordenar el batiburrillo de rutas interurbanas con salida en Pontevedra. La culpa es de la Xunta, aducen.
El despeje de la responsabilidad hacia el Gobierno autónomo atiende al arcaico sistema de concesiones públicas de transporte, prorrogado por una ley que aprobó el Parlamento con los votos del PP en 2009, justo antes de que entrase en vigor un reglamento comunitario que exigía la licitación pública de las líneas. Este cambio apresurado se justificó en el compromiso de las concesionarias de no subir el precio del transporte escolar y modernizar el servicio.
15 rutas pasan por la ciudad. Alguna de las frecuencias es de dos buses al día
Las paradas están mal señalizadas; los planos y horarios son crípticos
Pero de la anunciada puesta al día no hay muchos indicios en Pontevedra, donde coger el bus es una tarea que exige dedicación plena. Paradas mal señalizadas, planos y horarios crípticos y un servicio telefónico de información en la estación con horarios de atención al público fluctuantes dejan al usuario a merced de la buena voluntad de los conductores. "Hay veintitantas líneas que cruzan la ciudad y paran en cuanta esquina hay. Vienen de todas partes y son líneas concedidas por la Xunta. En vez de ver si se cumplen o no y rescatarlas para que a lo mejor se pudiese hacer algún tipo de servicio circular, las prorrogan durante 10 años. No quieren arreglar el transporte perimetral e interurbano", acusa el alcalde y candidato a la reelección por el BNG, Miguel Anxo Fernández Lores.
El Ayuntamiento presentó en enero un estudio sobre la estructura de las líneas. El trabajo analiza el recorrido, frecuencia y paradas de las 15 líneas que pasan por la ciudad. De sus datos se deduce que las parroquias están desatendidas. Con frecuencias de paso que en algunos casos no superan los dos autobuses diarios, el documento constata que la ruta de mejor servicio es la que conecta el casco tradicional con el barrio de Monteporreiro, con dos itinerarios alternativos que opera la misma compañía, autocares Rías Baixas. Esta se reparte el resto de rutas, por las que pasan unas 3.300 viajeros al día, junto a otras cinco compañías (Monbús, Cuiña, Núñez Barros, García Castro y Donaldo Campos). La mayoría tienen destino fuera del municipio y solo paran en Pontevedra para recoger viajeros. En cuatro casos, las paradas se solapan.
El estudio concluye, sin embargo, que las líneas "podrían cubrir de estar coordinadas una demanda urbana, por extensión y oferta". Al BNG le ha bastado con estas conclusiones para desviar la atención del asunto. Lores insistió en un debate electoral que alguna ruta municipal establecida en legislaturas anteriores tuvo que ser cancelada por falta de usuarios. "A nadie se le ocurre esperar 15 minutos por un autobús cuando se puede llegar andando en cinco".
A pesar de las excusas, las tres federaciones vecinales de la ciudad insisten en la necesidad de mejorar el sistema, toda vez que se ha peatonalizado el centro, donde el paso de coches está limitado en las vías transitables a un carril y las carencias en los accesos rodados agravan el problema de los atascos, muy habituales en las horas punta del día. Los otros candidatos ya han lanzado sus propuestas. El popular Telmo Martín habla de una flotilla de minibuses eléctricos cuya base sería la céntrica Plaza de Galicia. "Ciudades como Ourense y Santiago recibieron en 2010 más de 500.000 euros cada una en subvenciones de Fomento para el transporte urbano", aduce, y calcula en 450.000 euros el coste anual del servicio, incluyendo la compra de buses y el sueldo de los conductores. Antón Louro (PSOE) propone dos nuevas líneas circulares urbanas con billete único a precio ajustado. Ya avisa de que espera que la Xunta pague el 75%.
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