ERC pugna con CiU para mantener su arraigo territorial
Los republicanos confían en continuar siendo la tercera fuerza municipal
Todas las elecciones son importantes para los partidos, pero las municipales del 22 de mayo son especialmente reseñables para Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que se juega su poder territorial tras el desastre de las autonómicas. Mantener los 1.580 ediles que actualmente tiene el partido, además de los 150 alcaldes, se antoja difícil. Más tras el descenso en el número de candidaturas. En 2007 ERC estuvo presente en 690 municipios catalanes, y el 22 de mayo habrá 588 localidades con papeletas de los republicanos. Pese al descenso en las listas, la dirección es optimista para mantenerse como tercera fuerza.
La clave para presentar candidaturas es estar arraigado en el territorio. "Si no tienes implantación, no puedes cerrar listas", resume Eduard López, vicesecretario general de coordinación interna de ERC, que considera que la pérdida de listas se debe principalmente a la decisión de eliminar candidaturas en lugares donde no se obtuvo representación en 2007. "Básicamente, no tenemos listas donde tradicionalmente nos cuesta, donde no tenemos estructura territorial consolidada. Presentar una candidatura, en ocasiones, depende de detalles incontrolables", resume López. Los independentistas intentan neutralizar la presencia de otras fuerzas soberanistas con numerosas coaliciones: en 25 municipios se presentan con Reagrupament y en dos con las Candidaturas d'Unitat Popular (CUP), que confían en restarle terreno con 75 candidaturas.
Esquerra presenta en estos comicios con 100 listas menos que en 2007
ERC es la tercera fuerza municipal, pero pugna en el territorio con CiU, al ser los dos partidos nacionalistas los que mejor acogida tienen en las zonas menos pobladas. Los republicanos cimentaron su crecimiento en dos factores: la decadencia de CiU en los últimos años de Jordi Pujol, que le permitió radicarse en lugares tradicionalmente reservados al centro derecha catalán. Y, desde 2003, su presencia en el Gobierno, donde ocupó el Departamento más agradecido con el territorio: el de Gobernación, en el que gracias al contacto con los municipios se crean más facilidades para tejer estructura territorial.
Con la vuelta al poder de CiU, los nacionalistas han logrado un número de candidaturas histórico -911- frente al descenso generalizado de las tres fuerzas que formaron el anterior Gobierno. CiU ha pugnado con ERC para tener más listas y, según fuentes de los republicanos, ha logrado formar entre 10 y 15 candidaturas en municipios donde el partido de Joan Puigcercós era hegemónico.
Aunque la fuga no es generalizada, algo que la dirección achaca al buen trabajo de las delegaciones territoriales. Las bases locales reivindican un trabajo que ha logrado un constante crecimiento municipal: ERC solo perdió concejales en los comicios de 1983. "Es un trabajo que se ha ido haciendo día a día. El contacto constante con la ciudadanía es el que permite arraigar "en el territorio", expone Gervasi Aspa, presidente territorial de las comarcas del Ebro. El área del delta ejemplifica la pugna de ERC con CiU. Los independentistas lograron aglutinar parte del movimiento antitrasvase, que desgastó enormemente a CiU en el territorio. El resultado es palpable en la zona, donde ERC duplica en porcentaje de votos la media catalana. "La dinámica local es muy diferente de la nacional", ilustra Aspa.
La prueba de estas diferencias es clara en Osona. En noviembre, Solidaritat hundió a ERC, que perdió más de la mitad de los votos y se vio superada por el partido recién creado. En las municipales, la situación cambió, al menos en lo que número de listas se refiere: ERC estará en 35 localidades, frente a las seis de SI. "Esto se logra con una estructura territorial muy importante. Estamos bien establecidos y tenemos capacidad para movernos", apunta Antoni Cassassas, responsable de ERC en Osona, que confía en tener más representación.
En el Área Metropolitana de Barcelona no hay problema de listas: "Se ha hecho un buen trabajo, la implantación es firme", señala Marc Sanglas, responsable del Vallès Occidental, donde espera recuperar terreno. Sanglas, secretario de política municipal de ERC, es optimista ante el escenario que el 22-M puede deparar al partido. Cree que no habrá problemas para seguir como tercera fuerza. "Nos consolidaría en el territorio", sentencia. Mantener la estructura y superar el bache de las autonómicas es el objetivo.
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