"El suelo estaba vivo, se resquebrajaba"
Miles de personas pasan la noche en la calle al no tener dónde refugiarse
Salían a la calle desorientados por el temblor. "No sabemos si ir a un parque o qué hacer", relataba ayer Paloma Sanz, vecina de Lorca, unos minutos después del segundo terremoto. Eliseo López contaba que en el concesionario donde trabajaba "saltó todo el alicatado del suelo, resquebrajándose como si estuviera vivo". "Yo estaba despachando y he sentido un estruendo tremendo y se ha empezado a mover el suelo", narraba. En el concesionario hubo un herido, golpeado por un trozo de techo. A Cristina Selva, de 32 años, el temblor le cogió en casa con sus dos hijas. "Se movía mucho el edificio, me metí con mis niñas debajo de una mesa y esperé a que pasara".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.