A Teixeira, donde la vida tiende a cero
Oriundos del pueblo en el que no nacen niños regresan como emprendedores
A media mañana de esta primavera de 2011 grupos de canes campan a sus anchas por las calzadas de A Teixeira (Ourense). No hay tráfico rodado. Ni transeúntes. Solo suena el eco del silencio bendecido por el estallido de la espectacular Ribeira Sacra en el horizonte. El municipio ourensano donde, estadísticamente, la vida tiende a cero, linda con la finitud. Paisajística y física. A Teixeira tiene el récord de ser el ayuntamiento de mayor envejecimiento poblacional de Ourense, además de ocupar los primeros lugares en Galicia.
Según datos del Instituto Galego de Estadística (IGE), en 2010 se registraron cero nacimientos y cero enlaces matrimoniales en el municipio. La tasa bruta de natalidad es también de 0,0. El único número que sobrepasa la unidad es el que corresponde a la tasa bruta de mortalidad: 25,9. El índice de envejecimiento traspasa lo común. Es de 1.081,8, según los mismos datos de la estadística oficial.
Jorge trabajaba en Ourense pero la firma cerró. Ahora regenta una bodega
Los pequeños empresarios piden que el Ayuntamiento no les ponga trabas
De los 447 vecinos empadronados en A Teixeira 267 están o superan la edad de jubilación. Como Nieves Rodríguez, que a los 90 años lleva una "vida normal" esperando cada semana la visita de los sobrinos-nietos de Ourense. Nieves se topa a veces por las calles del pueblo con algunos adolescentes y con apenas un par de pequeños. Estos últimos son los hijos de una pareja de Vigo que un buen día hizo las maletas y se topó con la esencia de la quietud en este pueblo ourensano. Decidieron quedarse.
Frente a los 267 habitantes que superan la edad de jubilación, muchos de ellos casi centenarios, hay en este ayuntamiento 240 de edades comprendidas entre los 16 y los 64 años. La mayoría más próxima al sexenio que a la adolescencia o a la juventud. Los menores de 20 años son apenas 15, el 4,9% de la población, según los datos del IGE. Las estadísticas oficiales sitúan en los 61,4 años la edad media de los vecinos. Y frente al 4,9% de los habitantes menores de la veintena, el 53,2% tiene más de 60 años.
Jorge, de 40, viaja todos los días desde Ourense, donde vive con su mujer y sus hijos, a su pueblo natal de A Teixeira. La crisis lo empujó a sus orígenes en un feed-back en el que jamás había pensado pero que actuó como un auténtico colchón en su caída laboral: "Trabajaba en Valeo [fábrica de recambios para coches ubicada en el polígono industrial ourensano] pero cuando cerró tuve que espabilar y me planteé montar una bodega en mi pueblo: estoy encantado".
Jorge tiene "un montón de deudas" sobre las que se levanta su bodega en la que elabora "con muchísimo mimo" su vino Adega Vella. "Estoy todo el día aquí, solo voy a Ourense a dormir y regreso por la mañana", cuenta el emprendedor sus dos horas de trayecto diario -entre ida y vuelta-, orgulloso de que el pueblo, en vías de extinción, sea "un auténtico lujo" para sus hijos de 7 y 11 años, que van todos los fines de semana "y disfrutan muchísimo del rural". A base de jugar, y ayudar, entre las viñas, el chaval ya se plantea quedarse algún día al frente de la bodega.
Por emprendedores como Jorge, el campo empieza a florecer -solo de viñedos- en A Teixeira. Aunque ninguno de estos pequeños empresarios, salvo los jubilados, se queden a vivir y a procrear en él. Como en la práctica totalidad de los ayuntamientos de menos de 10.000 habitantes de Ourense, en este municipio en el que la estadística demográfica es una diagonal ascendiente hacia la mortandad, el PP gobierna desde el origen de la democracia con consecutivas mayorías absolutas.
Miguel Antonio Cid Álvarez, preside una corporación en donde tiene como única oposición a dos concejales del PSOE. Entre las noticias más recientes de la actividad municipal -colgada en la web del Ayuntamiento- figura un curso de aerobic "completamente gratis y subvencionado por la Diputación".
La mayor parte de los pequeños empresarios que mantienen el pulso del pueblo demandan "más facilidades de la Administración local". "No se trata de subvenciones, que las hay del Estado y de la Xunta, sino de agilidad a la hora de realizar los trámites, de que no nos pongan tantas trabas", explican los empresarios bodegueros. La actividad se centra en la localidad de Abeleda. Allí hay cuatro bodegas, dos restaurantes y un bar. Suficiente para la demanda actual.
El pueblo vive del vino y del turismo, comentan de corrido los escasos habitantes con los que el visitante se puede topar cualquier día de semana. La idea de Jorge tiene seguidores, a tenor de los datos del IGE que sitúan el índice de recambio de la población activa en 700, el más alto de la provincia. Casas de turismo rural y bodegas son el futuro que se imaginan los residentes. Si la crisis sigue ahogando, la diagonal de la estadística que lleva a cero se invertiría. "En cuanto mi mujer pueda dejar su empleo en Ourense me vengo a vivir aquí con mi familia", anuncia Jorge.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.