El caso de Benidorm brindó la excusa al PP
Hace unos meses el presidente de la Diputación de Pontevedra y barón popular en esta provincia, Rafael Louzán, pasó al ataque para defenderse de las críticas de los socialistas, que lo consideran el factótum de las mociones de Silleda, Gondomar y Mos, todas ellas aprobadas con los votos de ediles posteriormente declarados tránsfugas por el Pacto Antitransfuguismo. El transfuguismo, proclamó en una comparecencia en el Parlamento para hablar de los presupuestos de su organismo, "está en la esencia del PSOE".
Sustentó esa afirmación remontándose casi 25 años para desempolvar el caso de Xosé Luís Barreiro Rivas, exvicepresidente de la Xunta con Alianza Popular y cuya salida del partido propició la formación de un Gobierno tripartito. Sin embargo, en la presente legislatura, en Galicia fueron desalojados de la alcaldía tres socialistas (Silleda, Mos y Folgoso), dos independientes (Abegondo y Trives) y un nacionalista (Gondomar). En todos estos ayuntamientos fueron aupados alcaldes que habían sido elegidos por el PP, excepto en Silleda, donde pasó a ostentar el bastón de mando la tránsfuga del PSdeG Ofelia Rey.
Louzán también esgrimió lo ocurrido con el alcalde de Benidorm, en la Comunidad Valenciana, que llegó a la alcaldía por este método y que el PSOE ha vuelto a repescar para el 22-M. De hecho, los populares -el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo incluido- han recurrido a este caso para justificar las candidaturas de Mos, Abegondo y Folgoso, a pesar de que en la última reunión del Pacto Antitransfuguismo, celebrada en diciembre, los socialistas ofrecieron retirar al regidor castellonense si el PP se comprometía a hacer lo propio con sus afectados por transfuguismo.
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