Merkel bendice al italiano Draghi como sucesor de Trichet en el BCE

El italiano Mario Draghi obtuvo ayer la bendición de Angela Merkel como candidato a presidir el Banco Central Europeo (BCE) a partir de noviembre. Con el respaldo de la principal economía de la UE y contando ya con el apoyo de Francia, Mario Draghi, de 63 años, que hoy preside el banco central de su país, se ha convertido así en el sucesor virtual de Jean-Claude Trichet, que abandonará el puesto a finales de octubre. La primera discusión oficial sobre el nombramiento del nuevo responsable del euro se celebrará el próximo lunes en el marco del Eurogrupo, según ha dispuesto su presidente, Jean-Claude Juncker. La decisión definitiva se adoptará en el Consejo Europeo del 24 de junio.

El espaldarazo de los dos grandes de la UE asegura el puesto para Draghi

El pronunciamiento de Merkel se produce en medio del clima de zozobra que vive la zona euro y que tratan de serenar los máximos responsables de la Unión por todos los medios. La canciller alemana mantuvo ayer un encuentro con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, al que se quiere quitar toda relevancia. Oficialmente fue "un encuentro rutinario" de los que se celebran habitualmente. Después del revuelo causado el pasado viernes al trascender la reunión celebrada en Luxemburgo por los máximos responsables económicos, todos los esfuerzos se encaminan a dar la imagen de normalidad.

Hoy Merkel cenará con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. También se trata oficialmente de un encuentro previsto para preparar el Consejo Europeo de junio en el que se ultimará la preparación del tratado relativo al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), fondo de rescate permanente activo a partir de 2013, y los cambios en el actual fondo temporal (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) para que tenga una capacidad efectiva de 440.000 millones. Las mismas fuentes oficiales reconocen que se repasarán "los asuntos de actualidad, es decir, Grecia, Irlanda y Portugal". La noticia positiva vino ayer de Helsinki, donde el líder conservador y ministro de Economía en funciones, Jyrki Katainen, anunció que Finlandia apoyará el rescate de Portugal, sobre el que votará mañana viernes, a cambio de ciertas condiciones que deberá asumir Lisboa.

La bendición de Merkel a Draghi fue anticipada por el semanario Die Zeit, en una entrevista en la que la canciller de Alemania reconocía por primera vez que "podría apoyar su candidatura para la presidencia del BCE". El viceportavoz del Merkel, Christoph Steegmans, fue más explícito ayer al mediodía en la rueda de prensa gubernamental, donde dijo que la única condición para el apoyo alemán a Draghi es que su país oficialice su candidatura, lo que ya ha ocurrido.

Merkel califica a Draghi de gestor "interesante y experimentado". Le atribuye "convicciones de estabilidad y solidaridad económicas muy parecidas" a las del Gobierno alemán. Merkel y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se telefonearon el martes para tratar asuntos financieros de la eurozona, según explicó ayer el portavoz gubernamental alemán Steffen Seibert. El apoyo de la democristiana Merkel era el último significativo que le faltaba a Draghi, a quien ya respaldó el ministro alemán de Hacienda, el también democristiano Wolfgang Schäuble.

Mientras Weber, a la sazón presidente del banco central alemán (Bundesbank), fue el candidato alemán al BCE, los medios y los analistas afines al centro-derecha de Merkel no perdieron ocasión de desacreditar a Draghi como "el hombre de la lira", agitando el espantajo de la inflación italiana previa al euro. Recientemente, el sensacionalista Bild cambió de estrategia y pasó a retratar a Draghi como un italiano "bastante alemán". Ilustró el artículo con una imagen del banquero con el clásico casco puntiagudo prusiano. La decisión definitiva sobre el futuro presidente del BCE se tomará en una cumbre comunitaria el mes que viene.

En Italia, las palabras de Merkel fueron recibidas como la confirmación de una buena noticia que se daba por descontada, pues muchos habían interpretado que el apoyo público que dio al gobernador del Banco de Italia el presidente francés, Nicolas Sarkozy, hace dos semanas en Roma debía llevar necesariamente aparejado el consenso previo de la canciller alemana, informa Miguel Mora.

De forma significativa, la oposición del centro-izquierda pareció bastante más satisfecha que el Gobierno de Silvio Berlusconi. Draghi es un hombre muy cercano al exprimer ministro Romano Prodi, con quien estuvo a punto de ser ministro de Economía en 2006, y de hecho fue el Partido Democrático quien impulsó hace un año la candidatura del economista y banquero romano al BCE, promoviendo un acuerdo entre diputados de todos los partidos antes de que el Ejecutivo hiciera suya la idea, cosa que ha sucedido hace solo un mes.