Ilusión e incertidumbre en el ruedo
El ciclo de San Isidro arranca hoy como piedra de toque de una temporada clave para el devenir de la fiesta - Manzanares, la atracción; José Tomás, la ausencia
Hoy comienza la Feria de San Isidro, el ciclo más largo e importante del mundo. La plaza de Las Ventas estará abierta hasta el 2 de junio, y su arena la pisará la mayoría de las figuras actuales y un amplio ramillete de las ganaderías bravas españolas. En total, se celebrarán 23 festejos: 18 corridas de toros, tres novilladas y dos festejos de rejoneo. Pero ahí no acaba todo: el 7 de junio comenzará la Feria del Aniversario, que consta de cinco corridas de toros, entre ellas la de la Beneficencia, y otra de caballeros rejoneadores.
En boca de todos, un nombre: José María Manzanares, que se ha encaramado a lo más alto de las expectativas tras su clamoroso triunfo en la Feria de Sevilla, y llega a Madrid para reafirmar su condición de número uno.
Los carteles han recibido, en general, buenas críticas; quizá, porque, al contrario que en temporadas anteriores, las mejores combinaciones se concentran en este ciclo en detrimento del Aniversario. Pero no es oro todo lo que reluce: la feria madrileña arrastra muchas debilidades, propias unas y ajenas otras.
- Primera plaza del mundo. Las Ventas da y quita a los toreros. Otorga prestigio y cotización económica a los triunfadores y olvido y renovación a la baja de sus pretensiones dinerarias a los perdedores. Y los llenos diarios están asegurados: de las 23.727 localidades de la plaza se han renovado el 100% de los abonos que han salido a la venta, que ascienden a 19.721. El resto, descontados los pases de favor, saldrá a la venta en taquilla por imperativo legal. Un año más, los precios de Las Ventas por San Isidro siguen siendo variados y asequibles: desde los 134 euros la entrada más cara (barrera de sombra), a los 4,7 euros la andanada de sol.
- Manzanares, la estrella. La fecha del 30 de abril de 2011 figura ya en la historia como el día en que el toro de nombre Arrojado, de la ganadería de Núñez del Cuvillo, fue indultado en la Maestranza y Manzanares, su lidiador, alcanzó un triunfo sonado. Llegó a cortar cuatro orejas y salió por la Puerta de Príncipe con la vitola y el reconocimiento de primerísima figura. Ese mismo torero -la indudable estrella del ciclo- está anunciado tres tardes en Madrid, la primera de ellas el 18 de mayo, con toros de la misma ganadería triunfadora. Y repite los días 20 y 24, con las ganaderías de Garcigrande y Román Sorando, respectivamente. Junto a Manzanares, cuatro toreros están anunciados por partida triple: Talavante, El Cid, Perera y Castella. El otro triunfador sevillano, El Juli, solo hará un paseíllo, al igual que Morante. En total, 39 toreros: ocho de ellos actúan dos tardes y 26, una. La ausencia más destacada es, sin asomo de duda, la de José Tomás, aún convaleciente de su pavorosa cogida de hace un año en Aguascalientes (México); tampoco estarán Enrique Ponce, Oliva Soto y el veterano Frascuelo.
- El Juli y Morante, a una. Los otros dos grandes alicientes de la fiesta, El Juli y Morante, solo se anuncian una tarde, lo que les resta posibilidades de éxito. El primero es el otro gran triunfador de Sevilla, y el de la Puebla sigue concitando la atención de los aficionados. Uno y otro deberían ocupar más carteles en San Isidro.
- Toros de Núñez del Cuvillo. La comercial y amplia ganadería gaditana de Joaquín Núñez del Cuvillo lidiará dos tardes del ciclo de San Isidro, el 15 y el 18 de mayo, con toreros de primera fila. Sus toros serán examinados con lupa tras el histórico indulto sevillano de Manzanares.
- Cantidad y escasa calidad. La feria es muy larga, y la cantidad de festejos repercute en su calidad. No hay toros ni toreros para un ciclo interesante. De ahí los muchos carteles con integrantes de segunda fila, de nulo interés para el espectador, y que solo se justifican por el abono y el beneficio económico. Es un hecho que la feria madrileña es un gran negocio, pero solo si abundan los carteles con toreros baratos. No les falta razón a quienes abogan por un ciclo más corto con el protagonismo de las figuras, pero, con toda seguridad, esta propuesta carecería de interés económico para las empresas taurinas. Otro problema surge con las ganaderías anunciadas: el toro bravo está en vías de desaparición porque ha sido objeto de tanta manipulación que, con muy contadas excepciones, sufre falta de casta, de fuerzas y de codicia.
Algunas voces han expresado su protesta. Ese es el caso de la Asociación El Toro de Madrid, que ha enviado un escrito al Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad en el que señala que la defensa de la fiesta solo será posible "cuando se dignifique gracias a la autenticidad y respeto por la misma; y para ello, la única manera posible es exigir ganaderías variadas, diferentes encastes con los que de verdad las figuras se enfrenten y rivalicen". La asociación "echa en falta hierros que Madrid debería traer por prestigio, y también aquellos que por ser encastes en vías de extinción, deben estar protegidos por los propios taurinos". De hecho, este es el segundo año que no se lidiarán toros de Victorino Martín por decisión del propio ganadero, quien dice no tener toros para esta plaza. Tampoco habrá representación de Miura, Dolores Aguirre, Adolfo Martín, entre las llamadas corridas duras. De todos modos, la realidad es tozuda: la preferia torista sevillana ha sido un absoluto fracaso. Y no solo porque esos toros impidan el toreo de hoy, sino por su manifiesta mansedumbre y mala condición.
- Aniversario. Del 7 al 12 de junio está anunciada la Feria del Aniversario, que consta de cinco corridas y un festejo de rejones, cuyo abono ha sido adquirido por el 49% de los que ya lo poseen para San Isidro. Los carteles, a excepción de la tarde de la Beneficencia, no destacan precisamente por su relumbrón.
- La ausencia de un gesto. La Feria de Madrid adolece, como casi todas, de imaginación empresarial. No se anuncia una gesta o una novedad que destaque sobre los carteles habituales y arrastre el interés de los aficionados.
- Prohibición y crisis. Los taurinos aseguran que la prohibición en Cataluña y la crisis económica les ha abierto los ojos. Ojalá sea así. En Sevilla solo se ha colgado el no hay billetes tres tardes y se ha notado menor afluencia de público. San Isidro ofrece sobre el papel pocos motivos para la regeneración: los mismos de casi siempre con los toros de siempre. La fiesta de los toros también se la juega en Las Ventas.
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