Fukushima relanza la protesta antinuclear en Madrid

La manifestación convocada por 30 plataformas antinucleares sociales y ecologistas, para reclamar el cierre de las centrales nucleares en España, congregó ayer a varios centenares de personas en Madrid. A gritos de "Ni en España, ni en Japón; energía nuclear, nunca más" o "Los tomates radiactivos no hacen gazpacho español", los asistentes recorrieron algunas calles del centro de Madrid ataviados, muchos de ellos, con máscaras y trajes antirradiación.

"Pretendemos conseguir el cierre progresivo de las centrales nucleares en España, de forma que haya una sustitución paulatina de las mismas por energías no contaminantes y renovables. Lo perfecto sería que se hiciera en unos ocho años", explicó Carlos Bravo, de Greenpeace.

"La concienciación es mayor desde el terrible accidente de Fukushima, en Japón, y no podemos dejar que ocurra aquí. Garoña debe ser la primera, 40 años de servicio son suficientes", señaló el representante de IU, José Luis Ordóñez. Existen ocho centrales en España, y cuatro se encuentran "en este momento en reparación por algún tipo de avería". Desde Burgos, pasando por Cáceres, Tarragona, Valencia y Guadalajara, "son muchas personas afectadas".

Paco Castejón, de Ecologistas en Acción, argumentó que lo ocurrido en la central de Ascó [Tarragona] esta última semana "muestra la falta de cultura de seguridad por parte del Gobierno". La central se saltó los protocolos de seguridad en un vertido de 25.000 litros de agua radiactiva.

El PSOE y el PP fueron duramente criticados durante la protesta. "Lo que queremos conseguir es que el Gobierno admita que España puede subsistir perfectamente sin la energía nuclear", dijo Bravo. La manifestación llegó a la Plaza del Sol al son de: "Fukushima nunca más"

Tras la marcha se leyó un comunicado por parte de Ecologistas en Acción en el que se decía que "la energía nuclear es muy sucia, y sus residuos no son perecederos y sí muy contaminantes".