"¿Si he ganado? Creo que sí"
Aguirre, satisfecha, no responde a la propuesta de Gómez, también eufórico, para celebrar "un partido de vuelta"
Primero llegó Gregorio Gordo. Y por lo visto entró tan deprisa que al comité de bienvenida se le escapó. Se quedó sin saludo. Luego llegó Tomás Gómez, que se metió directamente por el parking. Alguien debió de avisarle y volvió a salir, para entrar, esta vez a pie, por la puerta principal. Aguirre fue la última, pero todos llegaron pronto, antes de las nueve. ¿Un último repaso? ¿Los nervios, tal vez? Si los tuvieron, los dejaron en las tres salas que les preparó Telemadrid para que se reunieran con sus equipos. Cada una en una punta, para que no se cruzaran. Cuando bajaron al plató para posar frente a los fotógrafos, se les veía relajados. Solo Aguirre puso pegas cuando le colgaron de la espalda dos petacas de sonido. "¿Dos petacas? Pero es que entonces no me voy a poder abrochar la chaqueta", se quejó al técnico. Hasta que no vio a Gordo -que se levantó la chaqueta para mostrar que también él llevaba dos- no se quedó tranquila.
A la salida, como en cualquier debate que se precie, todos se daban por ganadores. El equipo de Gómez salía eufórico por los pasillos. Palmadas en la espalda, besos, abrazos... Él, más moderado, aseguró que la presidenta fue "poco preparada" al debate y que llevaba un discurso "de madera". Contó que, justo al acabar, le dijo a Aguirre que lo suyo sería disputar "un partido de vuelta". Los socialistas han pedido un segundo debate en Televisión Española, que el PP rechaza. Ella, según su versión, no contestó.
Los colaboradores de Aguirre tampoco cabían en sí. Comentaban que la presidenta había "descolocado" a Gómez al no dar la batalla tanto como él esperaba con las políticas de José Luis Rodríguez Zapatero. "No ha rebatido nada... es que no puede. Ha hecho el debate a piñón fijo. Negocio, negocio, negocio..." decía el vicepresidente del Gobierno regional, Ignacio González. Él fue quien estuvo en el plató con Aguirre. Y el protagonista de la única gracia que se permitió la presidenta con su contrincante. Antes de salir, le recordó a Gómez que su mano derecha ya es presidente del Canal de Isabel II. "Le tendré que colocar en un sitio mejor si se va", bromeó.
"¿Si he ganado? Yo creo que sí, claramente", fue el diagnóstico de Aguirre. "Tanto con la gente común, la gente común...". Uno de sus colaboradores preguntó por la agenda del día siguiente. "¿Adónde vamos ahora?", inquirió otro. "Yo, a la cama", zanjó ella.
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