Aralar se ofrece como "garantía" frente a una unión de socialistas y PP

Las formaciones minoritarias del espectro parlamentario, tanto independentistas, como de izquierdas y conservadoras, avanzaron ayer que los discursos ideológicos sobre política general marcarán sus respectivas campañas.

- Aralar. La formación soberanista se presenta a su electorado, al igual que hace el PNV, como "garantía" para que el acuerdo de gobierno entre socialistas y populares "no se traslade a otras instituciones". El partido abrió la campaña en San Sebastián, donde su vicecoordinador, Jon Abril, marcó ciertas distancias con los peneuvistas al abogar por "hacer frente a la negación" del pueblo vasco e impulsar la unidad abertzale para llevar a la práctica el derecho a decidir.

Menos tiempo dedicó a su apuesta por una salida social a la crisis y una organización sostenible del territorio, contraria a las grandes infraestructuras.

- EB. La formación vasca ligada a IU quiere situarse al margen del "debate estéril sobre patrias para centrarse en el cambio de modelo económico", desde una perspectiva de izquierdas que incluye como principales apuestas un debate sobre fiscalidad, la aprobación de una ley Municipal, el impulso del empleo y la vivienda social, así como la implantación de un modelo de desarrollo compatible con el medio ambiente. La tradicional pegada de carteles marcó en Bilbao el inicio de su campaña.

- UPyD. El parlamentario de la formación, Gorka Maneiro, apuntó que su partido concurre a los comicios como "alternativa al nacionalismo" y "a los complejos, a los miedos reverenciales y a los cálculos electorales del PP y del PSE para enfrentarse" a él.

Su carrera electoral arrancó en la capital guipuzcoana, donde se enarboló la defensa de "principios" frente a la "propaganda". "Partimos con humildad, pero también con la ambición de entrar en todos los Ayuntamientos en los que concurrimos", resumió.

- Hamaikabat. Aunque sin presencia parlamentaria, es la única formación minoritaria con representación institucional que parece huir del debate identitario. Ayer esgrimió la lucha contra el fraude como "principal signo de identidad" de su gestión al frente de la Hacienda guipuzcoana. La escisión de EA eligió también San Sebastián para estrenar dos semanas de actos electorales que afronta con el convencimiento de convertirse, lejos de "polos" y "extremismos", en "la sorpresa" del 22-M.