Washington sopesa los inconvenientes de publicar las fotos del cadáver
El jefe de la CIA afirma que tenían autorización para matar al líder de Al Qaeda
La Casa Blanca tiene en su poder una nutrida colección de fotografías del cadáver de Osama bin Laden durante el asalto en Pakistán, su traslado a un hangar en Afganistán y su lanzamiento al océano. Una de ellas, en concreto, es la que un miembro del equipo de asalto SEAL de la Marina tomó con su cámara a la cara del cadáver y envió vía satélite a un servidor norteamericano, donde un programa informático de reconocimiento facial del Gobierno norteamericano confirmó que era la faz del terrorista. Ayer, la Casa Blanca debatía si es conveniente difundir esas fotos como medida preventiva para acallar posibles rumores que pongan en duda que el cadáver lanzado al mar fuera el de Bin Laden.
EE UU teme que las imágenes aviven el antiamericanismo en países islámicos
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, admitió ayer que esas fotos existen, pero que hay una razón para dudar de la conveniencia de su difusión. "Son unas fotos desagradables", dijo. "Podrían resultar incendiarias". En Washington preocupa que las imágenes le den fuelle al antiamericanismo en el mundo islámico, sobre todo cuando el Pentágono está participando, a través de la OTAN, en el conflicto libio.
Obama ordenó, además, una prueba con muestras de ADN del cuerpo que se lanzó al mar. Al contrastar esas muestras con otras de familiares de Bin Laden, los científicos obtuvieron una coincidencia cercana al 100%.
Detractores de EE UU, sin embargo, exigen pruebas gráficas. Ha sido la primera reacción de los talibanes, a quienes el Pentágono disputa el control de las zonas tribales de Afganistán. Esos fundamentalistas islámicos, que ocultaron a Bin Laden durante los meses previos a los ataques de 2001 y que se asociaron a Al Qaeda tras la invasión norteamericana, han expresado dudas de que EE UU haya matado al terrorista saudí. "Estas noticias nos vienen solo de una parte, de la oficina de Obama, y los americanos no han mostrado ninguna prueba para confirmar esa información", dijo su portavoz, Zabiulá Mujahid, en un correo electrónico enviado a los medios de comunicación. "Fuentes cercanas a Osama bin Laden no han confirmado o refutado esa información".
Lo mismo pidieron diversos miembros de las agrupaciones de las víctimas de los atentados de 2001. Buscan el mismo efecto que tuvieron en la opinión pública las imágenes del ahorcamiento de Sadam Husein en Irak. Cuando Obama visite la zona cero de Nueva York el jueves, le pedirán que difunda las fotos, si es que la Casa Blanca no lo ha hecho antes.
La controversia sobre la muerte de Osama bin Laden en el asalto de un comando de fuerzas especiales estadounidense aumentó ayer con las declaraciones de Leon Panetta, responsable de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). En una entrevista concedida a la televisión NBC, el jefe del espionaje estadounidense respondió así a la pregunta de si la orden era matar a Bin Laden o capturarlo: "Teníamos autorización para matarlo, eso estaba claro. Pero también, si en el enfrentamiento [Bin Laden] de repente levantaba los brazos y se rendía, para capturarlo, si se hubiera dado la oportunidad. Pero eso no sucedió", dijo.En la misma entrevista, Panetta reconoció la preocupación que suscita en la Casa Blanca la divulgación de las fotos de Bin Laden muerto, así como el planteamiento de cuestiones "que deben someterse a debate". "Creo que debemos revelar al resto del mundo el hecho de que fuéramos capaces de pillarle y matarle", añadió, informa Reuters.
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