La crónica en directo de un vecino de Osama

"Un helicóptero sobrevuela Abbottabad a la una de la madrugada, es extraño... Una gran explosión hace vibrar las ventanas, espero no sea el inicio de algo feo...". Así empezó la inconsciente y exclusiva crónica en directo de uno de los principales acontecimientos informativos de la última década. Su autor -Sohaib Athar, experto en tecnología de la información residente en Abbottabad- relató a través de Twitter paso a paso la operación que acabó con Osama bin Laden. Sin saberlo.

"Uh, oh. Ahora resulta que soy el tipo que blogueó en directo el raid contra Osama sin saberlo", escribiría Athar horas después del arranque de su crónica, tras el anuncio de su muerte por el presidente Barack Obama.

Entremedias, su cuenta de Twitter hospedó un interesante flujo de información sobre la operación, con la contribución también de otros vecinos de la zona.

Athar, conocido en Twitter como @reallyvirtual, se hallaba despierto en su vivienda cuando las fuerzas especiales estadounidenses lanzaron el ataque. Los tuits anteriores describen problemas cotidianos de una ciudad como Abbottabad. Los cortes de suministro eléctrico vuelven loco al autor. De repente, la cuenta de Athar se convierte en un blog de guerra.

Algunos tuits describen la caída de uno de los helicópteros, que en un primer momento el autor y otros vecinos creen abatido por fuego hostil. El relato va creciendo. Se oyen varias explosiones. "Ahora, un avión sobrevuela Abbottabad... un taxista relata que la zona ha sido acordonada y que los militares están haciendo una búsqueda puerta a puerta...". Alguien sugiere que los helicópteros en acción son extranjeros.

Pasan las horas. La Casa Blanca anuncia que el presidente hablará a la nación. Siete horas después del primer tuit, el usuario Munzir Naqvi, un analista político, escribe: "Creo que el accidente de helicóptero en Abbottabad y el discurso de Obama están conectados". Efectivamente.

Athar tuitea en inglés. Empieza a ser bombardeado de mensajes de usuarios corrientes y peticiones de entrevistas. "Ya llegan los correos electrónicos de los medios de cabecera... Me rindo, no puedo atender a todos... esto es una locura... Bin Laden murió. No le maté yo. Necesito dormir".

Cuatro horas después, Athar reaparece. "Necesito atender algunos asuntos. Por favor, no empecéis a bombardearme otra vez".