Mas se vuelca en la campaña para justificar el alcance de los recortes

El sábado en Badalona y el domingo en Tortosa. Artur Mas, presidente de la Generalitat catalana, se implicará en la campaña electoral para justificar el alcance de los severos recortes de su Gobierno en la sanidad y contrarrestar así los ataques de los antiguos socios del tripartito (PSC, ERC e ICV-EUiA), que le acusan de estar desmantelando el Estado del Bienestar. CiU mantendrá el lema que tan buen resultado le dio en las autonómicas del otoño pasado -"Por un cambio en positivo"- pero no regateará esfuerzos en explicar la herencia del tripartito.

Con opciones de ganar por primera vez en su historia unas elecciones municipales y de acabar con la hegemonía socialista, CiU pondrá toda la carne en el asador en la campaña. Mas y Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, se turnarán diariamente en los mítines por todo el territorio y en principio estarán en los finales de las cuatro capitales. Mas, eso sí, por la mañana, aparcará la propaganda y se centrará en su agenda presidencial. Mas y Duran acompañarán a Xavier Trias, alcaldable por Barcelona, en la apertura de campaña en la plaza de toros de Las Arenas, de Barcelona, recién inaugurada como centro comercial.

La federación había planeado en principio que el presidente no acaparara un excesivo protagonismo estas dos semanas pero, según fuentes de CiU, ha tenido que mover ficha tras las críticas y la protesta de los 20.000 médicos y enfermeras que salieron a la calle para criticar los recortes sanitarios. "Necesitamos que Mas haga pedagogía y que se explique bien lo que estamos haciendo. No es tan raro", señalaron fuentes de Convergència cuya ejecutiva se reunió ayer. El diputado Lluis Maria Coromines, jefe de campaña, aseguró, sin embargo, que la agenda electoral de Mas ya estaba prevista desde el primer día.

Pero, en cualquier caso, el Gobierno catalán ha reaccionado tras el rechazo monumental que suscitaron sus primeros planes sobre los recortes. De hecho, se han aplazado a después del 22-M y el ejecutivo ya ha anunciado que la disminución de los presupuestos de las áreas más sensibles no superará el 10%. Oriol Pujol, secretario general de Convergència, explicó que los departamentos de Sanidad, Educación, Bienestar Social e Interior (CiU considera también este último como básico del Estado del Bienestar) acaparan el 70% del presupuesto frente al 67% de cuentas del último tripartito.

"Podemos seguir hablando de la herencia si quieren", dijo desafiante Pujol, que recordó que cuando CiU abandonó la Generalitat en 2003 el paro era del 6,4% y ahora es del 19,1%. La estrategia convergente se basará en dos frentes: por un lado, arremeter contra el tripartito por legar una Cataluña ruinosa; y, por otro, cargar contra el PSOE por no pagar los 1.350 millones del Fondo de Competitividad que servirían para equilibrar las cuentas y que asocian a la prestación de determinados servicios.

CiU se ha tomado casi como una afrenta las palabras del ex presidente José Montilla que afirmó al diario Ara que en el ADN de CiU está su intención de destruir el Estado del Bienestar. "No le hacía falta caer tan bajo. Está en línea del peor estilo Mourinho", dijo Oriol Pujol, insinuando que el fair-play se ha roto y en sintonía con unas declaraciones de su padre, Jordi Pujol, que también está en campaña.