Un Jerry Lewis bajo el mar
EL PÁIS ofrece desde el próximo domingo el juego de desayuno de 'Bob Esponja'
La historia de Stephen Hillenburg, el creador de Bob Esponja, es la de un joven fascinado con el mundo submarino que había retratado Jacques Cousteau. Para él, ver las filmaciones de sus exploraciones fue como ser el primero en poner un pie en la luna. Fascinado, Hillenburg dio vida años después a un universo extraño y surrealista de criaturas invertebradas como cangrejos, estrellas marinas y calamares parlanchines que dejan a cualquiera con la cara pegada al televisor.
"Pensé que me gustaría hacer un show sobre alguien ingenuo, alguien como Jerry Lewis bajo el mar. Empecé a dibujar animales submarinos y pensé en las esponjas. Realmente no son muy animadas. Suelen quedarse en las rocas, filtrando alimento. Pero tenían una imagen curiosa, así que empecé a dibujar esponjas y me di cuenta de que había esponjas de cocina y dibujé una cuadrada y me centré en la idea de esa especie de ganso submarino", cuenta el creador en un vídeo colgado en la página web del programa. Así nació Bob Esponja, un auténtico experto en meterse en todo tipo de problemas, que vive en una piña con su mascota, un caracol, y trabaja como cocinero en un restaurante cuya especialidad son las hamburguesas de cangrejo.
EL PAÍS ofrecerá el próximo domingo, por solo 0,50 euros, un plato del juego de desayuno de Bob Esponja, decorado con los personajes de la serie favorita de los más pequeños: Bob Esponja, Gary, Calamardo, Patricio... El juego completo incluye dos diseños en azul y amarillo de vaso, tazón, bol, plato hondo, plato llano, cubiertos y salvamantel.
Este fue el primer dibujo animado estadounidense, según informa la web del personaje, en ser emitido en Irak y Afganistán tras la guerra con Estados Unidos. En el fondo del océano Pacífico, concretamente en la ciudad subterránea de Fondo Bikini, Bob Esponja pone de los nervios en cada capítulo a su vecino malhumorado, Calamardo Tentáculos. Su mejor amigo, Patricio Estrella, le acompaña en sus raras experiencias. Y es que Hillenburg, su creador, siempre tuvo gusto por las tramas retorcidas. "Este es tu sitio hijo", le dijo Jules Engle, el director del programa de animación experimental del instituto californiano, mientras observaba los cómics que había creado durante sus horas de empleo en el acuario. Ahí aparecen muchos de los personajes que después se incluirán en la versión final de Bob Esponja, que en un principio iba a llamarse Chico Esponja, pero el nombre ya se encontraba registrado.
El chico dejó su trabajo y realizó una película de animación donde intentaba retratar la relatividad de modo poético y "fácil de comprender". Un productor vio el resultado y no lo entendió mucho, pero vio talento y vida propia en el mundo animado que había creado Hillenburg. El Jerry Lewis amarillo y despistado, bailarín y payaso, estaba a punto de ver la luz.
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