Dos guerras muy distintas
Si un joven lector del siglo XXI quiere saber qué ocurrió en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial, si le interesa cómo encajó psicológicamente el soldado de la Wehrmacht la devastación y la muerte que traía por orden de Adolf Hitler sobre media Europa, haría bien en leer una de las novelas tempranas del premio Nobel Heinrich Böll o esta recién publicada fascinante Marte en Aries de Alexander Lernet-Holenia. En ellas no encontrará excesos de heroísmo o ruindad, ni excitantes escenas de acción, sino la angustia, el sinsentido y los conflictos de conciencia que algunos combatientes experimentaron. Y precisamente por eso, la mayoría de los alemanes y austriacos no leían las novelas de Heinrich Böll o Lernet-Holenia en la posguerra. Resultaban demasiado desmoralizantes para los supervivientes. Preferían narraciones heroicas y edificantes como La bandera invisible, cuya traducción al castellano coincide ahora con la de Marte en Aries. El "informe" autobiográfico del escritor y médico Peter Bamm recoge sus vivencias como responsable de una compañía de sanidad del Ejército alemán en Rumanía, Ucrania y Rusia y Polonia. Su relato sobre el extenuante trabajo de los "robots del amor al prójimo", en los puestos de socorro del frente, lleno a rebosar de alta moral profesional, espíritu de camaradería e inquebrantable fe en la cultura humanística -a orillas del mar Negro, mientras al lado se fusila a la población judía, el protagonista se recrea en la belleza de los versos de Ovidio-, representa la esencia de las virtudes alemanas, y, al mismo tiempo, sus terribles contradicciones. Es cierto que el autor también destapa la mentira de que los miembros del Ejército alemán ignoraban los crímenes nazis en el Este, pero lo hace de pasada, pues principalmente La bandera invisible se propone con su sereno, potente estilo épico salvar la belleza de paisajes y gentes en medio del horror. El propósito del austriaco Lernet-Holenia al escribir Marte en Aries no podía estar más lejos. A pesar de las coincidencias en las biografías de los dos autores: ambos se alistaron voluntarios en la Primera Guerra Mundial, ambos volvieron altamente condecorados y se distanciaron luego de la segunda guerra en la que participaron como oficiales. Pero Lernet-Holenia se sirve para ello -más honestamente, creo yo- del medio de la ficción. Escribe Marte en Aries para cuestionar la guerra en sí, ya desde antes de su inicio: su teniente Wallmoden, un personaje chapado al estilo del antiguo imperio austrohúngaro, entra, nada más presentarse el 15 de agosto de 1939 para unos ejercicios militares, en un "estado elevado" mental que podría denominarse de shock anticipado. Las conversaciones sobre muertos vivientes, el brillo rojo de Marte en el cielo nocturno, la inquietante visión de miles de cangrejos atravesando la carretera antes del primer ataque, incluso el amor de Wallmoden por la misteriosa dama que desaparece antes de acudir a la cita decisiva, todo son premoniciones de la debacle que se avecina. En una mágica escena hacia el final, la novela culmina en un paseo apocalíptico de entre los muertos. El increíblemente sugerente, elegante estilo narrativo de Lernet-Holenia está perfectamente reproducido en la traducción de Adan Kovacsics, y convierte la lectura de Marte en Aries en una verdadera delicia.
Marte en Aries
Alexander Lernet-Holenia
Traducción de Adan Kovacsics
Minúscula. Barcelona, 2010
218 páginas. 17,50 euros
La bandera invisible
Peter Bamm
Traducción de Enrique Banús y José GarcíaLibros del Asteroide. Barcelona, 2010
341 páginas. 18,95 euros
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.