Urkullu llama a una "gran movilización" en las urnas frente al pacto de PSE y PP

El PNV volvió a presentarse ayer como la única opción política capacitada para afrontar la construcción nacional de Euskadi en un contexto entre el "baile de siglas" de la izquierda abertzale y la "inoperante" alianza de socialistas y populares. En el Aberri Eguna (Día de la Patria vasca) más condicionado por la proximidad de unas elecciones de los últimos años, y ante la incertidumbre de que la izquierda abertzale ilegalizada pueda presentarse a través de la plataforma Bildu, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, pidió a sus bases que saquen lo mejor de sí mismos y den lugar a "una gran movilización" de su electorado que desactive lo que lo peneuvistas se empeñan en presentar como una alianza entre PSE y PP.

"Tenemos derecho a más Estado vasco, a ser protagonistas de nuestro futuro"

Urkullu sostuvo que esos dos partidos forman un "pacto del pasado" que la sociedad no desea. "Nuestra obligación es denunciarlo", apuntó, ante centenares de simpatizantes en la Plaza Nueva de Bilbao.

Allí recibieron en primera persona el llamamiento de su presidente a lograr una victoria en las elecciones que deje clara la apuesta de los ciudadanos por los representantes que trabajan "día a día" y con un partido, el PNV, que, "sin más dependencia" que sus propios afiliados, emprenda el camino para "definir el futuro" de Euskadi.

Compromiso que no aprecia en ninguna de las demás formaciones que concurrirán a las elecciones. Al "frente españolista" que recientemente citó el presidente del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, le reprochó que está provocando la marcha atrás del País Vasco en todos los aspectos, en un momento económicamente difícil. Pero también les acusó de maquinar para evitar que la izquierda abertzale esté en las próximas elecciones. "Ven que el sentimiento abertzale crece" y que después de dos años pierden respaldo y poder. "Por eso están moviendo Roma con Santiago para ilegalizar, para dificultar, para gestionar de manera arbitraria la participación política", incidió.

En la otra orilla, el PNV tampoco las tiene todas consigo. Ayer verbalizó las dudas que su formación se reserva sobre si la reflexión hacia la paz de la Izquierda abertzale es realmente sincera. El presidente nacionalista se refirió directamente a quienes están detrás de los candidatos incluidos en las listas de la plataforma Bildu, y les dijo que si su apuesta no es real la sociedad vasca no se lo va a perdonar. "Ahora de repente parece que la izquierda abertzale se ha caído del caballo. Como anden con engaños es la sociedad vasca, no solo su caballo, la que les va a pasar por encima", les dijo.

Urkullu recibió el primer aplauso de unos simpatizantes que pese a la amenaza de lluvia no se amilanaron. Y eso que este año la carpa solo protegía a los políticos y a los periodistas. El público, sentado y de pie, se hallaba a la intemperie. Poco a poco, Urkullu fue hilvanando su discurso a través de una avenida central entre el pasado que representan, a su entender, socialistas y populares y quienes con simplemente gritar "gora Euskadi askatuta ("viva Euskadi libre") por la mañana se creen que han hecho el día".

El discurso de ayer era el momento de mirar hacia el exterior, hacia los rivales electorales, pero no para la autocrítica. Urkullu no hizo ninguna alusión a sus problemas internos, ni siquiera la menor palabra -como ha hecho otras veces recalcando la trassparencia que debe guiar a su partido- hacia los presuntos casos de corrupción urbanística que le salpican, como el caso De Miguel.

Frente a ello Urkullu resaltó los logros obtenidos a lo largo de los 30 años que sus correligionarios han estado al frente del Gobierno vasco: "Hemos cumplido con nuestras obligaciones, hemos arrimado el hombro por la economía y el empleo, cumpliendo con el impulso de la paz y de la normalización".

Y tras el listado de las "obligaciones" como abertzales, Urkullu dio paso a la lectura de los derechos, como "el reconocimiento de la nación vasca". "Tenemos derecho a más Estado vasco, y sobre todo a ser los protagonistas del futuro de Euskadi. Juntos. Todos. Vascos y vascas vamos a decidir el destino de nuestro pueblo", dijo, en la línea del discurso del exlehendakari Juan José Ibarretxe, sentado en la primera fila.