Hipotecarse para estudiar

Siete meses he estado esperando para poder tener el préstamo Renta-Universidad. Siete meses esperando para recibir 15.600 euros, 6.000 de la matrícula más 800 al mes durante un año. Acabo de firmar con el notario mi sentencia de muerte. Inocente de mí que pensé que el ICO me ayudaría a pagar mi formación con unas inmejorables condiciones. Solo hay que ver cómo han variado estas en cuestión de un par de años. La carencia de los préstamos ha pasado de cinco a dos años. La amortización de 15 a 4 años. Y el interés del 0% al 3% (1.022 euros de intereses que se embolsará el ICO por mi préstamo). La cosa queda así: acabaré el máster en octubre de 2011 y justo el 19 de abril de 2013 pagaré la primera cuota de devolución: 325 euros. Así hasta el 19 de abril de 2017.

Ya me gustaría tener unos padres que me sirvieran de colchón, pero ambos están en el paro. Y que me contratasen en alguno de los lugares donde he enviado el currículum. No tengo esa suerte. Ese deseo de trabajar y prosperar va unido a mis ganas de seguir formándome. Pero justo ahora que tengo en la mesa todos esos papeles con letra pequeña me pregunto, ¿esto es el futuro que imaginaba? ¿Tener que hipotecarme a los 25 años para seguir estudiando?