La mismas caras se miden en Jerez

En Jerez, todos saben quién es quién. Los principales candidatos a las elecciones del próximo 22 de mayo ya han sido alcaldes de la ciudad. Pedro Pacheco, cabeza de cartel de Foro Ciudadano, ha presidido el Ayuntamiento durante 24 años consecutivos; María José García Pelayo (Partido Popular) dirigió el Consistorio entre 2003 y 2004; y la socialista Pilar Sánchez es regidora desde 2005. El cuarto alcaldable, Joaquín del Valle (IU), también está en el Ayuntamiento.

Pacheco dejó el sillón tras sufrir una debacle electoral, García Pelayo pasó a la oposición después de una moción de censura, y Pilar Sánchez defiende una mayoría absoluta con un evidente desgaste que se refleja en las encuestas y en los intentos de su propio partido de desbancarla como candidata.

Los aspirantes prometen acabar con el déficit y dar estabilidad

En Jerez también se repiten los mensajes electorales. Los partidos centran el programa de gobierno en equilibrar las cuentas públicas. No en vano, después del desempleo, que supera la tasa del 30%, la deuda municipal es el principal problema al que se enfrenta el municipio.

También en este campo, los tres candidatos son veteranos. Pedro Pacheco creó el agujero económico del Ayuntamiento de Jerez; García Pelayo sumó en un solo año 36 millones de euros de déficit; mientras que Pilar Sánchez, que heredó una deuda aproximada de 400 millones de euros, deja más de 700 millones en números rojos, pese a la severa restricción del gasto a la que se ha visto obligada.

Los tres alcaldables han tenido responsabilidades de gobierno en el mandato más crudo que ha padecido Jerez (2003-2007). En esos cuatro años de pactos entre Pedro Pacheco, el PP y el PSOE los costes de la Administración se desmadraron y la plantilla se multiplicó. Las arcas municipales sostenían dos ayuntamientos paralelos: el que presidía la alcaldesa de turno en la casa consistorial, y el que dirigía el andalucista desde la Gerencia Municipal de Urbanismo.

Cuatro años después, la ciudad arrastra aún el desaguisado y las mismas caras, con aires renovados, se comprometen a reducir el déficit municipal para poder garantizar los pagos, los servicios públicos y, en definitiva, dar estabilidad a la ciudad.

La justicia también acecha a los tres candidatos. Pacheco está imputado por enchufar presuntamente a dos compañeros de partido en sociedades municipales; Pilar Sánchez, también por colocar supuestamente a más de 30 asesores; mientras que la sombra de Gürtel apunta a María José García Pelayo por la adjudicación del stand de Fitur 2004 a dos empresas vinculadas con la trama corrupta.

Las continuas huelgas en los servicios públicos, el crecimiento del desempleo o el ruido político que casi siempre parece rodear a Jerez han disparado el número de indecisos en las encuestas que se han realizado.

Los candidatos van ahora a la conquista de esos votantes y tratan de insuflar optimismo en cuatro años clave. Jerez espera la alta velocidad, un apeadero de Renfe en el aeropuerto, la ampliación en 30 hectáreas del parque tecnológico, la puesta en carga de la mayor bolsa de suelo industrial de la provincia de Cádiz (cinco millones de metros cuadrados), la apertura de la fábrica de vehículos Zahav, el arranque del polo aeronáutico, así como la apertura del museo arqueológico, de la sala de Lola Flores o de la Ciudad del Flamenco.