"Un tuit es rápido y eficaz, pero no tiene la poesía de la radio"
Carrusel deportivo sale del estudio. El equipo se traslada el miércoles al estadio de Mestalla, donde Real Madrid y Barcelona se juegan (21.30) la Copa del Rey. Un equipo al que se une el relator deportivo más carismático del mundo hispano: el uruguayo Víctor Hugo Morales (Cardona, 1947), célebre por la barroca narración de la victoria de Argentina sobre Inglaterra en el Mundial de 1986, con el histórico gol de Maradona y su archifamoso barrilete cósmico. Periodista de referencia, Morales le tomó el pulso a ambos clubes el sábado. "La ilusión de cualquier aficionado del mundo es poder asistir a un Real Madrid-Barcelona". Desde Carrusel tendrá ocasión de relatar el clásico para la cadena SER y la argentina Radio Continental junto al director del programa, Javier Hoyos, los periodistas Antonio Romero y Lluís Flaquer y los comentaristas Guti y Salinas. Confiesa que de joven soñó con ser contratado en España y ve esta oportunidad como "un regalo" a su carrera.
"El deporte consigue la atención de la humanidad"
"El relator sudamericano es más actoral que el europeo"
"Si Maradona fue 'barrilete cósmico' Messi sería 'la pulga atómica"
"Mi principal enemigo es la televisión. Corrompe a los oyentes"
Pregunta. La final de Copa la transmiten 38 cámaras de televisión pendientes de todos los detalles. ¿Qué puede ofrecer la radio?
Respuesta. El relator de radio trabaja con la imaginación de la gente. Traslada la sensación emotiva que el juego tiene, la despliega en los momentos en los que el juego decae. La intensidad de la radio, por los códigos del propio trabajo, mantiene por lo alto una atención que quizá frente a la imagen decrece.
P. El partido se va a emitir en 140 países. ¿Es el símbolo de la globalidad?
R. El deporte consigue esa idea totalizadora de la atención de la humanidad. Tiene que ser muy fuerte el acontecimiento político o muy desgraciada la circunstancia para que otros fenómenos puedan crear esa globalización. Los Juegos Olímpicos, los Mundiales de fútbol o los grandes partidos atraen al mundo entero. El Madrid-Barcelona tiene una inmensa tradición porque España está, futbolísticamente, en el ombligo del mundo. Por la calidad de jugadores, por la probada enemistad deportiva, está en condiciones de no defraudar.
P. ¿Qué le atrae para narrar este partido?
R. Me atrae mi trabajo. Me divierte la posibilidad de tener tan buen material. Es como preguntarle a un corresponsal de guerra si está feliz en el medio de los cañones. Es estar en el lugar donde se va a producir un hecho. Y yo disfruto de ello, independientemente de que haya una gran audiencia detrás.
P. ¿Hay diferencias entre el estilo narrativo español y el argentino?
R. Cada uno tiene sus características. El relator sudamericano es más verborrágico, tiene una actitud actoral en su trabajo que ha desarrollado a través de generaciones, porque siempre hubo un relator por encima de todo. Lo que se estila en Europa es una transmisión que atienda al mismo tiempo todos los partidos que se están jugado, algo que probablemente va a ir a cambiando. En Argentina el relator es el alma de una transmisión. Tiene que arreglarse con un solo partido durante 90 minutos.
P. ¿En Argentina no existe el modelo Carrusel?
R. No exactamente. Carrusel es un modelo europeo.
P. ¿Pronostica un cambio en España hacia el modelo argentino?
R. Es muy posible que poco a poco los relatores vayan tomando una mayor participación. Será casi imprescindible cuando haya un solo partido por vez. En Argentina hay partidos todos los días. El fútbol ha sido muy destructor de las programaciones de radio. Ha sido muy difícil lidiar con este fenómeno. La radio tiene necesidad de atender otros temas y el fútbol se los llevó por delante.
P. Si Maradona fue barrilete cósmico, ¿cómo definiría a Messi y a Cristiano Ronaldo?
R. Messi es el primer jugador que ha surgido en el fútbol mundial capaz de opacar alguna vez a Maradona, aunque faltan años para que eso se concrete. Nunca apareció en el futbol mundial alguien que pudiese provocar la osadía de compararlo con Maradona. Sigue siendo el más grande, pero Messi va en camino. Las olas de Messi tocan las playas de Maradona. Ronaldo está en otro escalón. El lugar de Messi es un altar. Como lo fue el de Diego. Messi podría ser la pulga atómica, el Mesías. Hay que tener cuidado con los adjetivos porque los relatores caemos a veces en exageraciones absurdas. Lo poético y lo ridículo están separados por una membrana muy fina.
P. Con el auge de los nuevos soportes tecnológicos, como Internet o las redes sociales, ¿qué papel desempeña la radio? ¿Se puede seguir un partido en Twiter?
R. Estamos en tiempos de una capacidad de comunicación excepcional y de grandes cambios, pero las aguas después se aquietan. Tres millones de personas escuchando la radio son muchas personas. Hay que determinar la influencia de los medios en nuestro consciente colectivo. Un tuit es algo instantáneo, rápido, eficaz, pero no tiene ni la poesía, ni el vuelo intelectual, ni la penetración en el espíritu de quien lo recibe que tiene un comunicador de radio. La televisión alcanza más audiencia que el cine, pero nunca podrá provocar el efecto perturbador que provoca el cine en el espíritu humano. Fellini retrató a la televisión atacando con sus antenas una carpa bajo la lluvia en la que se hacía cine: como cuando los indios rodeaban las carretas en el Oeste americano. El cine resistió y goza de buena salud.
P. ¿La radio tiene también buena salud?
R. En algunos países y para algún tipo de programas tiene una salud excelente. En Argentina la radio deportiva está viviendo una particular decadencia, ha sido sustituida ampliamente por la televisión, pero la programación política tiene una gran incidencia. Ante la decadencia pavorosa de los medios escritos en cuanto a credibilidad, ante la ineficacia o el desinterés de la televisión por hacer verdadero periodismo, ante el hecho de haber convertido los noticiarios en un espectáculo, la radio sigue siendo un elemento informativo y participativo de la realidad política del país.
P. En general, la televisión tiende a la frivolidad en todos los países.
R. Mi principal enemigo cuando relato un partido es la televisión, porque la imagen corrompe. Cuando relataba para personas que no conocían el estadio del Boca o del River construían imágenes con su imaginación. Ahora el oyente está corrompido, como el toro al que torean por las noches en los campos: ya conoce las artes del torero. Yo quisiera para mi profesión volver a 1960.
P. Cuando no había televisión.
R. Sí. No solo porque me quita oyentes, sino porque me los corrompe.
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