El humo se cuela por las rendijas
Los hosteleros aprovechan los resquicios de legalidad y las triquiñuelas para sortear la ley antitabaco, tres meses después de la entrada en vigor de la norma
Cien días después de la puesta en marcha de la ley que prohíbe fumar en todos los espacios de ocio cerrados, el ingenio se agudiza, la vigilancia se relaja y el boca a boca difunde, a modo de contrabando, un pequeño registro de locales donde el cliente puede sortear la ley y encenderse un cigarro sin que nadie haga preguntas.
La encuesta que difundió el pasado 4 de abril la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre la ley antitabaco revela que, a pesar de los altos porcentajes de cumplimiento, Madrid no llega al respeto de la norma al 100% en ninguno de los establecimientos que contempla el sondeo. La Comunidad de Madrid, además, lidera las quejas por incumplimientos de la ley antitabaco, según datos de la organización de consumidores FACUA. Algunos de estos locales aprovechan los resquicios de la normativa que entró en vigor el pasado 2 de enero. La ley prevé la figura del club de fumadores, un local en el que se puede consumir tabaco pero que, a diferencia de un bar, no puede tener trabajadores, no puede vender ningún producto y no puede tener ánimo de lucro. Además, debe disponer de estatutos y de un censo de socios. Antes de la aplicación de la ley antitabaco, Madrid ya disponía de cinco clubes de este tipo: tres dirigidos al fumador de puros y dos al de pipa. Desde la instauración de la norma se han abierto dos nuevos locales en la capital para los consumidores de cigarrillos.
El Royal Smoking Club es uno de estos establecimientos y se define como el único "tipo pub". Abrió el pasado 4 de abril en el distrito de Tetuán y ya tiene 180 socios. Por 10 euros al mes, los miembros del club pueden fumarse sus cigarrillos sin multas ni denuncias desde las cuatro de la tarde hasta las tres de la madrugada. Comparte portal y responsables con el bar de copas contiguo, de modo que, aunque el club cumple la ley a rajatabla (ni tiene trabajadores, ni vende ningún producto), sus socios pueden pagar sus copas en el Kerala y bebérselas mientras se fuman un cigarrillo en el local de al lado. El propietario, Guillermo Castañares, explica que cada establecimiento tiene una figura jurídica distinta y que el club está abierto a todo tipo de fumador: cigarrillos, pipa, puros o incluso narguiles. En este último caso, el usuario compra el tabaco de la pipa en el bar de copas y lo consume en el establecimiento autorizado para fumar. La Loca Casa de las Lilas es otro local con licencia de club de fumadores. Este establecimiento, que se define como "convertible y bizarro", permite fumar por solo un euro "para siempre".
Pero no todos los lugares en los que se permite fumar, o al menos no se opone resistencia, cumplen la ley. "Me gustaría reservar una mesa para cinco, ¿sería posible que nos habilitaran una zona para fumadores?". La respuesta es "Sí, no hay problema". Esta conversación telefónica real confirma que algunos restaurantes incumplen la norma a través de triquiñuelas como el uso del reservado como una ilegal y escondida zona para fumadores. El dueño del restaurante De la Riva, Pepe Morán, señala que sufre el "chantaje" de algunos clientes, que le amenazan con irse a otro bar que se salte la prohibición mientras no deje fumar en su restaurante. Un cliente reconoce que frecuenta restaurantes que incumplen la ley para poder echar la partida y tomar unas copas mientras fuma. "Nos sientan en el comedor que antes se utilizaba como zona de fumadores y ya está. En otros restaurantes el comedor está vetado al tabaco, pero en el primer piso hay habilitada una zona apartada para beber y fumar", cuenta. Entre los bares de copas, la fórmula más utilizada es la del cierre aparente del local. Un método que ya era habitual para esquivar el límite horario y que ahora sirve también para que la gente entienda la bajada de la persiana como la apertura de la veda para encender los cigarrillos.
Los críticos con la nueva ley se sirven de Internet para compartir en qué lugares se puede fumar. Una de estas páginas es www.fumarplaces.com, una plataforma que desde el 23 de febrero reseña dónde se puede fumar. Tres meses después de la entrada en vigor de la prohibición, la Asociación La Viña, que agrupa a 3.000 hosteleros de la región, asegura que la ley ha provocado una bajada del 31% de la facturación en el 87% de los establecimientos de la región. Sin embargo, la afiliación a la Seguridad Social en el sector en febrero subió un 0,78% interanual.
Con todo, la plataforma Libertad sin Humo, compuesta por seis organizaciones empresariales de la hostelería y el juego, ha convocado una manifestación el 9 de mayo en protesta por el endurecimiento de la norma.
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