El PNV centra su plan urgente contra la crisis en las 'pymes' y los autónomos
Urkullu presenta un decálogo de medidas cuatro días después de su aprobación
Tras un anuncio previo y un avance inconcreto, el PNV dio a conocer finalmente ayer, a la tercera, las medidas contra el desempleo en las que ha trabajado toda la semana. Supone un decálogo de iniciativas concretas que su presidente, Iñigo Urkullu, presentó como "urgentes" ante el "agravante" incremento del paro, que ha crecido un 51% desde 2009. Los nacionalistas remitieron ayer mismo su texto al resto de partidos y a líderes empresariales. La apuesta peneuvista gira en torno a un triple pilar que incluye un plan de choque de empleo juvenil, un programa de apoyo a los autónomos, y otro para el relanzamiento de las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Aunque consciente del desgaste que la economía puede provocar en los socialistas por su posición al frente de los Gobiernos central y vasco, Urkullu no quiso incidir ayer, durante su comparecencia en Sabin Etxea, en la crítica hacia su principal rival político. "Nuestra intención no es entrar en una polémica estéril sobre cifras. No estamos para entretenernos en debatir si son churras o merinas y aburrir a la gente", justificó, pese a haber acusado en su momento a los socialistas de "maquillar" los resultados del paro al atribuir su aumento a la existencia de 7.500 desempleados ocultos en las listas de Langai.
"Quieren desfigurar la radiografía de la sociedad vasca", sostiene Urkullu
El líder peneuvista esgrime las medidas como ejemplo de "responsabilidad"
Al contrario, el presidente nacionalista prefirió destacar el compromiso y la "responsabilidad" de su partido, como aval quizá de la autoproclamada capacidad de gestionar, pese a estar en la oposición, y como argumento del cauce central de la política vasca que reclama. "Es urgente lograr que el desempleo llegue a su punto de inflexión, ya que un cambio de tendencia generará la confianza necesaria para crear nuevos puestos de trabajo", argumentó.
En lo que a autónomos respecta, el líder del PNV planteó una financiación íntegra de los planes de viabilidad económica de sus proyectos y ayudas de hasta 6.000 euros por autoempleo, así como becas de formación en el exterior, convenios con las cajas para la concesión de créditos, y una bonificación de la mitad de los impuestos para los nuevos locales y negocios. En materia juvenil, además, propuso un impulso de los contratos en formación y prácticas, con una subvención de hasta el 30% para las empresas.
La mitad del decálogo, en el que han colaborado la ejecutiva peneuvista y los máximos representantes institucionales del partido, además de parlamentarios, está dedicado a las pymes. Urkullu abogó por una bonificación de un 20% del IBI para empresas familiares con menos de cinco trabajadores y una subvención de idéntico porcentaje para las inversiones de firmas que generen empleo neto. Asimismo, defendió una contribución económica a los estudios de internacionalización, una ayuda para el acceso de las pymes a financiación y la conformación de una bolsa de 500 millones de euros como apoyo a empresarios individuales.
No son medidas dirigidas únicamente al Gobierno autónomo, sino al conjunto de las administraciones vascas, según concretó ayer el presidente del PNV, aunque sí es el Ejecutivo el único que puede sopesar a día de hoy su aplicación. "Estamos a las puertas de unas elecciones que pueden modificar el escenario institucional. Nuestro compromiso es que las tendremos en cuenta allí donde gobernemos a partir del 22 de mayo", garantizó Urkullu. La cúpula nacionalista volverá a reunirse dentro de tres meses para hacer un seguimiento y control de las medidas presentadas.
Las propuestas que ayer se dieron a conocer están enfocadas a la perentoria necesidad de crear empleo ante la crisis, pero la formación peneuvista ha trabajado también desde el pasado lunes en iniciativas de carácter más estructural, cuya posible aplicación se contempla "a medio plazo". Entre ellas se recoge una reordenación de las políticas activas de empleo, que "todavía no se han puesto en marcha con efectividad" según el PNV, así como el desarrollo de un plan global para la internacionalización de las empresas vascas y un apoyo directo "a la economía productiva real". Urkullu las enumeró como reflejo de que su partido está dispuesto a "arrimar el hombro" más allá del escenario electoral.
Críticas al PSOE y PP por Bildu
Las críticas al PSOE que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, eludió ayer al abordar la cuestión económica, las amplió al PP en materia política. El líder nacionalista avanzó durante su comparecencia en Bilbao que, "evidentemente", pedirá al Gobierno español que aclare si existe un pacto con los popualres para impugnar las listas de Bildu, según sostuvo anteayer el diputado popular Federico Trillo. Urkullu hizo estas declaraciones antes de que el vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba, matizase a Trillo en la rueda de prensa posterior al Consejo der Ministros.
"Si tan buena es nuestra relación con los socialistas, como algunos sostienen, yo hubiera agradecido una llamada", criticó Urkullu, molesto por la falta de consideración hacia su partido que estima que ha existido en esta cuestión.
Urkullu consideró que las sucesivas manifestaciones públicas sobre no son más que "un juego" de socialistas y populares para determinar "quién es más que quién". "Las acusaciones de unos y otros" evidencian que el pacto antiterrorista entre ambos "está absolutamente roto", añadió. "Si realmente piensan que hay que tener esperanza en un nuevo tiempo, bueno sería que ambos ayudaran a que germinara", manifestó.
El presidente peneuvista recalcó como ejemplo de incongruencia que "mientras se dice que Sortu va en la buena dirección con sus declaraciones, se anuncia que se van a mirar con lupa" sus listas y se argumenta que ello obedece a un pacto con el PP. "¿A qué estamos jugando?", se preguntó. Y remarcó que lo realmente "dramático" es que algunos, con sus actuaciones, parece que "pretenden desfigurar lo que es la radiografía de la sociedad vasca y su representación institucional".
Urkullu extrajo como conclusión que "si este es el juego", lo que probablemente late detrás es "la posible reedición del pacto entre el PSE y el PP en Euskadi, en base a unas condiciones determinadas, para extender su acuerdo a otras instituciones". El PNV repite este argumento de forma reiterada en las últimas semanas, conscientes de que puede resultar clave para movilizar a su electorado ante las elecciones de mayo.
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