Bombas españolas contra Misrata
El Ejército de Muamar el Gadafi está atacando la asediada ciudad de Misrata con bombas de racimo y misiles tierra-tierra. Estas armas indiscriminadas suponen un grave riesgo para la población civil, ya que alcanzan un radio muy amplio con una sucesión de potentes explosiones, y por su naturaleza no pueden ser disparadas con precisión.
El uso de las bombas de racimo pudo observarse en la noche del jueves, cuando lo que parecían ser proyectiles de mortero de 120 milímetros reventaban en el aire y esparcían sobre Misrata otras pequeñas bombas. Los restos examinados y fotografiados por The New York Times corresponden a proyectiles MAT-120 de fabricación española, cada uno de los cuales contiene 21 submuniciones explosivas diseñadas para matar a personas y destruir blindados ligeros. Según las inscripciones, fueron fabricados en 2007, un año antes de que España se adhiriera a la Convención Internacional contra las Bombas de Racimo, que Libia nunca firmó. El Ministerio de Defensa español no hizo ayer comentarios.
[Dos empresas fabricaban en España estas bombas hasta su prohibición: Expal (solo proyectiles para aviación) e Instalaza, de donde salieron las MAT-120. España exportó armas a Libia en 2008, en la categoría de "bombas, torpedos, cohetes y misiles", por valor de 3,8 millones de euros, informa Miguel González. La licencia de exportación se había concedido un año antes]. Los gadafistas están usando, además, misiles Grad soviéticos, que cubren el campo de batalla con explosiones múltiples. Uno solo de esos misiles mató el jueves en Misrata a ocho civiles.
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