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Reportaje:FÚTBOL | 32ª jornada de Liga: el clásico

La sequía del minero

Como en la primera vuelta, Villa se mide en mala racha al club que pudo ficharle: lleva nueve encuentros sin marcar

David Villa, el mayor goleador de la historia de la selección española (46 tantos), un ariete que suma 193 goles en 349 partidos de Liga, lleva nueve encuentros seguidos sin marcar. Desde que el Barcelona jugó en Palma, en febrero, el 7 no grita "¡gol!". Mucho tiempo para alguien como él. "Está jugando bien", relativiza Pep Guardiola; "goles ha metido siempre. Ya entrarán". Lo mismo dice Iniesta. Y Valdés. Y todos sus compañeros.

El Barça, en cualquier caso, le aguarda. La sequía de Villa ha coincidido con la baja de Pedro, lesionado, al que Guardiola lleva con riendas. Por eso, el Barça ha perdido gol en la línea del frente, pero ha seguido sumando puntos gracias a la aportación del centro del campo. Seguramente por ello, al Guaje se le hace más llevadero.

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La historia remite ligeramente al partido de la primera vuelta. Comparecía en su primer clásico Villa tras cinco jornadas sin marcar. Entonces, a Mourinho se le ocurrió compararle con la mala racha de Benzema. "Algunos por los que también se ha pagado mucho dinero no le hacen un gol a nadie y no se habla tanto de ellos como de Benzema", dijo el portugués. Villa respondió con dos tantos en la goleada (5-0) al Madrid, pero no abrió la boca. Los mineros no perdonan a quienes se saltan los códigos y el fútbol también tiene sus reglas.

Pendenciero como se espera de un goleador, Villa siempre sacó carbón de sus ventajas y sus instintos. Lo lleva haciendo toda la vida contra el Madrid. En el Zaragoza y en el Valencia. No se le dio mal enfilar a los blancos: 17 partidos contra el Madrid y nueve goles, siete en la Liga en 14. Villa también goleó al equipo de Florentino Pérez para ganarle la final de Copa en Montjuïc con el Zaragoza en 2004.

Los datos estadísticos avalan a Villa y también su trabajo. Al menos, a ojos del cuerpo técnico del Barça: "Un delantero necesita marcar, es evidente. Pero, mientras trabaje lo que trabaja, no le podemos reclamar nada", admite Tito Vilanova, convencido de que contagia profundidad al equipo. Además, lleva 21 goles en 47 partidos en su primer año, una cifra muy respetable. "Nos da mucho más", insiste Guardiola, contentísimo con el asturiano. "No podríamos jugar por dentro como jugamos si él no se sacrificara como lo hace", le elogió el entrenador.

Villa pisa el Bernabéu por vez primera como jugador del Barcelona. En el verano de 2009 estuvo muy cerca de vestirse de blanco y se sintió ninguneado. En noviembre de 2010, Mourinho le lanzó un dardo. Sabe que la cosa no va solo consigo mismo, que se juegan la Liga todos. Pero en la mina no se olvida nunca. No busca venganza. Solo, el respeto que merecen su esfuerzo y sus goles.

David Villa.
David Villa.ALEJANDRO RUESGA

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