No afean las ciudades
La grave crisis económica ha aumentado el número de personas que viven por la calle y que nunca hubieran pensado pasar por circunstancias tan duras. Esconder esta realidad evita que los ciudadanos sean partícipes del drama que hay detrás de cada mano que pide ayuda. Cada persona sin hogar esconde una historia de dolor única y personal, y la responsabilidad ciudadana no termina con el derecho a la urna, sino que se articula en la vida cotidiana en muchos gestos concretos de ayuda a los demás. Como ciudadanos debemos exigir a todas las Administraciones que aumenten sus esfuerzos para erradicar la pobreza, pero también debemos tener la libertad de ofrecer nuestra ayuda. Los pobres no afean nuestras ciudades y el ejercicio de la solidaridad las embellece aún más.
Jesús Romero Trillo es profesor de la Facultad de Filosofía de la UAM y portavoz de la Comunidad de Sant'Egidio en Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.