"No podemos recortar más. Ya estamos ahogados"
Muchos hospitales ven "incumplible" un mayor esfuerzo
No dar agua embotellada a los enfermos. Ni comida a las madres de los niños ingresados. Imponer la talla única en las batas. Los gerentes de los hospitales catalanes se estrujan las meninges para buscar soluciones imaginativas a la exigencia de Salud de adelgazar sus presupuestos entre el 8% y el 16%. En muchos centros ese cinturón ya está muy apretado y amenaza con asfixiar a los responsables de cuadrar las cuentas, que ponen el grito en el cielo.
"Si quieren que recortemos más, que vengan y nos digan la fórmula. Que vengan ellos y lo hagan. Nosotros ya no podemos más". El desafío proviene de Lluís Sacrest, el alcalde de Olot (Girona) y patrono de la fundación que gestiona el hospital de la ciudad, el Sant Jaume. Salud le ha pedido que reduzca en 1.806.399 euros el presupuesto de este año, un recorte del 8,15%. Unas cifras que el patronato considera "inaceptables e incumplibles". Como el Sant Jaume, los gestores del casi centenar de centros sanitarios catalanes viven estos días unas jornadas angustiosas para tratar de cumplir el recorte impuesto por la Generalitat. Como en Olot, cada vez son más los que se plantan y piden al consejero Boi Ruiz que asuma su parte y no asfixie más a los centros.
"No estamos por el conflicto ni queremos iniciar una guerra. Es que no podemos recortar más. Estamos ahogados", afirma Sacrest. El alcalde Olot asume que son "tiempos muy difíciles, en los que es necesario arrimar el hombro". "Hemos estudiado los gastos uno a uno, hemos visto hasta dónde es posible recortar. Y todo lo que hemos logrado es llegar al 5% de ahorro. No podemos ir más allá sin poner en riesgo el hospital de la ciudad y de la comarca. El Sant Jaume es el centro que cuida de la salud de los ciudadanos y no podemos asumir un déficit que ponga en peligro su futuro".
En un comunicado, la dirección del centro se declara consciente de la "grave situación económica" de Cataluña y acepta colaborar para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario, incluso mediante la utilización de las reservas financieras. En un movimiento a la desesperada, el patronato ha rastreado todas las partidas, pero los números son tozudos. "Podríamos aceptar una reducción de 1.100.000 euros", propone el Sant Jaume. 700.000 euros menos que la cifra requerida.
El hospital alerta, además, de los trastornos que está causando el que ya hayan transcurrido más de tres meses de 2011, durante los cuales el hospital ha trabajado con los parámetros de costes del año pasado. Es decir, el recorte sale todavía más caro para el resto del año. Si la apisonadora de Salud se pusiera en marcha este mes, para los nueve meses que faltan, la reducción real llegaría hasta el 12,5%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.