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Solo los ancianos resisten en la zona de exclusión de Fukushima

Hironomachi es un pueblo fantasma. Situado a 25 kilómetros de la central nuclear de Fukushima, en plena zona de evacuación, ha sido abandonado por la mayoría de sus 5.500 habitantes. Quedan solo los ancianos. Como el señor Watanabe: "Antes de que me llegue el cáncer moriré de viejo". Los vecinos están hartos de las palabras vacías del Gobierno.

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