Duran desata un conflicto en Unió por las consultas soberanistas

La consulta soberanista del domingo en Barcelona constató, una vez más, las diferencias en el seno de Convergència i Unió (CiU), donde los convergentes apuestan por el llamado "derecho a decidir" y los democristianos son contrarios a la independencia. Pese a ello, la vicepresidenta del Gobierno, la democristiana Joana Ortega, legitimó la votación al acercarse a las urnas. Josep Antoni Duran Lleida, su jefe y líder de Unió, provocó una tormenta al revelar ayer en TVE que ella se había pronunciado en contra de una Cataluña independiente.

Con su anuncio, Duran puso en el disparadero de los nacionalistas a la vicepresidenta, que, de hecho, no hizo otra cosa que seguir los pasos del presidente Artur Mas, que también votó, y el de la mayoría de consejeros. Fuentes próximas a Ortega señalaron que esta no quería decir el sentido de su papeleta y reconocieron su "enfado monumental" con Duran. La revelación del líder de Unió no fue un desliz. Preguntado horas después por qué lo había hecho, afirmó en rueda de prensa: "¡Pues porque me da la gana! Todo el mundo sabe cómo piensa Ortega. Y, sí, tenía su autorización para decirlo".

Duran maquilló sus palabras afirmando que Antoni Castellà, secretario general de Universidades, de Unió, votó a favor, mientras la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, se abstuvo en razón del cargo. Duran no ha participado en las consultas, con las que nunca ha mostrado entusiasmo. "La independencia está muy bien pero en la calle hoy todo el mundo habla del paro", afirmó tras reunirse con el comité de gobierno de Unió, al que no asistió Ortega por encontrarse enferma.

Pacto fiscal

Acostumbrado a controlar con mano férrea el partido, Duran no ha podido evitar que las consultas revelaran en este tema ciertas grietas en Unió donde, por ejemplo, el alcalde de Vic, Josep Maria Viladavadal, se pronunció a favor de la independencia. Con diferente intensidad, el portavoz del Gobierno catalán, el convergente Francesc Homs, y Duran coincidieron en que las consultas "no han cambiado nada" y que deben ajustarse a la reivindicación del pacto fiscal, contemplado en su programa electoral. "Eso no dividiría al país y no provocaría el 80% de abstención como ha habido ahora", apuntó Duran. Los diputados de CiU deciden si se abstienen o no en la proposición de ley que se debatirá en el Parlamento sobre la independencia.