"Mi escuela ya no existe"
Tomatito inicia en Sevilla un ciclo de clases magistrales de guitarra flamenca
"Muchos de los que empiezan ahora con la guitarra me dicen 'yo no quiero estudiar música para no perder lo salvaje y la frescura del flamenco'. Dicen que no sonarían flamencos. Pero mi respuesta es siempre la misma: si no estudias solfeo no sonarás ni flamenco, ni ná. Mi escuela ya no existe. Todos los de mi generación aprendimos en la calle, en las fiestas de la familia, en las noches tocando con mis primos... Todo eso se ha perdido y la gente tiene que aprender de otra manera. No digo que sea mejor ni peor, es distinto", afirma José Fernández Torres, Tomatito (Almería, 1958), uno de los grandes de la guitarra flamenca.
El guitarrista y compositor, que inició su carrera a los 13 años de la mano de Paco de Lucía y Camarón, impartió ayer una clase magistral en Sevilla, en el Museo del Baile Flamenco, organizada por la Fundación de Autor de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
En el curso, que organiza la SGAE, le acompaña el músico Enrique Vargas
El artista cree que sin una base de solfeo hoy no se llega a ninguna parte
"¿Por dónde empezamos? ¿Qué queréis aprender?", preguntaba ayer Tomatito a sus 14 alumnos, todos hombres y guitarristas profesionales, salvo dos que son aficionados. El artista se ahorró la charla sobre las ventajas de estudiar solfeo -disciplina que él desconoce-, puesto que todos los presentes lo sabían y desplegó una amplia sonrisa para empezar con los primeros acordes de una sesión de cuatro horas. A su lado, Enrique Vargas, guitarrista, compositor y musicólogo, quien apoya al maestro en todo lo referente a la teoría musical.
"Enseñar es muy difícil. Hay que pararse, tener paciencia y atender las necesidades del contrario. Yo no soy mucho de enseñar, porque estoy siempre pensando y me resulta complicado pararme", confiesa Tomatito, ganador, entre otros muchos galardones, de cuatro premios Grammy y de un César como coautor de la banda sonora de la película Vengo, de Tony Gatlif. A pesar de sus reticencias, Tomatito, quien ya ha impartido algunas clases magistrales en Suiza y en Bélgica, repetirá la experiencia de Sevilla a partir de hoy en las sedes de la SGAE de Barcelona, Valencia, Madrid, Bilbao y Santiago de Compostela.
"Yo, como muchos flamencos, soy autodidacto. Los temas me los sé de memoria. Después de tantos años, la mano va de forma automática y cuando se para es que hay algo que se me ha olvidado; así que una vez que recupero ese pasaje perdido todo vuelve a fluir", dice el artista para explicar cómo puede almacenar tantos temas en su memoria.
"En el flamenco no hay nada cerrado. Existe una estructura, un principio y un final. Pero lo que queda en medio sale según el estado de ánimo que tenga", confiesa el guitarrista, que acompañó a Camarón de la Isla durante sus 18 últimos años y que ha colaborado también con músicos de otros géneros como Elton John, Frank Sinatra, Michel Camilo o Chick Corea.
"La guitarra es muy dura. En el flamenco tienes que componer la música, no es como una partitura de clásica que la aprendes y ya está. Es difícil hacer algo para que te reconozcan y ser distinto a los miles de guitarristas que hay. Es como echar dinero en una alcancía rota", dice José Fernández Torres, quien, a pesar de todo, confiesa estar enamorado de la guitarra.
El artista, con 14 títulos en su discografía, está trabajando en un nuevo álbum del que tiene ya cinco temas. "Ahora se consume más música, pero la gente se gasta menos que nunca", dice el guitarrista en alusión a la piratería musical. Sin embargo, en el directo, Tomatito no ha dejado de crecer y, allá donde va, cuelga el "Agotadas las localidades".
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