Llorente contra Özil
El Athletic, el mejor cabeceador de la Liga, se enfrenta al Real Madrid, el segundo equipo más efectivo en las jugadas colectivas - La sequía de Llorente preocupa a los rojiblancos
En Bilbao es el clásico, en Madrid, un problema. La disputa entre el Athletic y el Real Madrid siempre está marcada por la historia y por el presente, presuntos partidos arduos, exigentes donde nada se consigue sin esfuerzo. Es un ritual, aunque hoy haya reducido las revoluciones por la menor intensidad que el encuentro tiene para el Madrid, quizás alejado de la Liga, aunque se mantenga para el Athletic, que quiere aguantar al menos en la Liga Europa.
Pero algo permanece incólume: las distintas hormas de ambos equipos, tan antitéticos que auguran una batalla en la que lo anímico suele prevalecer sobre lo técnico. Son tan distintos que la supremacía de lo uno sobre lo otro se antoja definitiva.
Dos estilos tan opuestos que siempre mantienen una incógnita en el partido
En realidad no tienen nada que ver. El Athletic es el equipo más efectivo en goles marcados con la cabeza, lo que demuestra dos cosas: el valor de su fútbol a balón parado y el poderío de Llorente en las combinaciones viscerales (balón a la banda, centro y remate). Así ha marcado el Athletic 16 de sus 47 goles, conseguidos con balones que llueven del cielo o vuelan desde el césped. Su arma, Llorente, que ha conseguido ocho con la cabeza de los 15 que ha convertido. Sin embargo, la pólvora se ha mojado y ahora pena cuatro partidos sin levantar los brazos, lo que inquieta en Bilbao, una vez convertidos sus 195 centímetros en su mejor arma de futuro.
En el Madrid la cabeza parece destinada a otras cosas. La presencia de Mourinho ha frenado esa histórica carencia que anunciaba un equipo débil en el juego aéreo defensivo y que incluso llegó a pasarle factura a Iker Casillas, discutido por sus salidas. Hoy, con el portugués en el banquillo no es un equipo poderoso en el juego aéreo contra el rival: ha marcado cinco goles con la cabeza, tres de ellos de Cristiano Ronaldo, y es el 15º más realizador del campeonato en esa faceta. Su mejor noticia es que solo ha encajado dos de esa manera, lo que sin duda mejora marcas anteriores y le supone al Athletic, su oponente más acreditado, un nivel de dificultad para su juego directo, sin semáforos.
Por ahí gana el Athletic, más allá de las urgencias o planteamientos que dicta la clasificación. Por arriba, por la lucha aérea parece más fiable, pero a cambio, el Athletic adolece de infantería. El Madrid es el segundo equipo (tras el Barça) que más goles marca en jugada colectiva 43 de los 69 conseguidos, frente a un Athletic muy pobre en ese registro: ha marcado tantos como ha encajado, 25, y figura en la zona baja de la clasificación en ese apartado.
Poniendo nombre a los números, se antoja más un duelo Llorente-Özil que un duelo Llorente-Cristiano, aunque la realidad de la Liga coloca a cada cual en situaciones emocionales diferentes.
Karanka, que ayer actuó de portavoz del Madrid en ausencia de Mourinho, y Caparrós, coincidieron ayer en que "mientras haya posibilidades de ganar la Liga, el Madrid las va a apurar". En ese sentido, parecía la misma rueda de prensa previa al encuentro. Las matemáticas hacían coincidir a Karanka con Caparrós o a Llorente con Marcelo.
El Athletic solo cuenta con la duda del joven Muniain, lo que ha obligado a Caparrós a convocar a 19 futbolistas y a no pensar en el pasado. "Adelantarse es importante. Con el Madrid nos sirvió el año pasado (1-0), pero esta temporada no valió de nada con el Valencia, por ejemplo", afirmó Caparrós.
Es cuestión de estilos. Unos de cabeza, otros con los pies, con el mismo objetivo. Lo que le alegra al técnico rojiblanco es que Madrid y Barcelona se puedan enfrentar tantas veces a partir de ahora. "Así nos dejarán tranquilos a los demás para buscar nuestros objetivos", afirmó.
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