Bale, chico para todo
El zurdo del Tottenham, que regresa tras mes y medio lesionado, conjuga técnica, velocidad y potencia
Fabio Capello dice que Bale tiene la velocidad de Gento y la potencia de Roberto Carlos. Le considera un ala pura, de los de antaño. "Es el único que marca diferencias en esa posición porque tiene técnica, velocidad y potencia, características difíciles de encontrar en alguien que no sea delantero", comenta el seleccionador de Inglaterra. El galés, de 1,83 metros y zurdo, no ha cumplido todavía los 22 años (Cardiff, 16 de julio de 1989). Harry Redknapp, su técnico en el Tottenham, le ve como lateral, extremo e incluso interior. En la web del club figura como defensa. Él dice que le gusta más atacar que defender.
De eso se dieron cuenta los 80.000 espectadores que había en San Siro en noviembre pasado, cuando Bale marcó tres goles. Fue la noche europea en la que se dio a conocer. El Tottenham iba perdiendo por 4-0 ante el Inter y recortó hasta el 4-3 gracias a sus espectaculares arrancadas. En el primer tanto, salió disparado desde su área hasta la portería de Julio Cesar y remató cruzado. En el segundo, desde el centro del campo tras una pared con un compañero y concluyó con un chut idéntico. El tercero lo anotó dentro del área. Stankovic y Maicon ni le vieron pasar. Cuando quisieron darse cuenta, ya había cogido el balón de la red y se lo había llevado al centro para que se efectuara el saque.
"Es uno de nuestros mejores jugadores y lo ha demostrado contra el mejor defensa, Maicon", dice Van der Vaart. "Nos da todo: goles y ritmo de juego. Ahora juega más adelantado, pero me gusta también por el centro y como lateral porque sabe llevar el balón y pasar de la defensa al ataque rápidamente", explica Redknapp.
Bale es un rayo, sí, pero tan elegante que ni se descompone su cresta. Pudo ser atleta -a los 14 años, corría los 100 metros en 11,40s- o jugador de rugby, aunque más por galés que por físico: "Era pequeñito y flaco y, por mucho que lo intentara, no podía luchar contra gente tan grande". Creció admirando a su compatriota Giggs y siempre quiso ser futbolista. Incluso cuando su profesor de educación física le ponía trabas: "Me prohibía chutar con la zurda. Si lo hacía, me pitaba falta en contra. No me divertía nada. Quería regatear a todos y marcar. Supongo que lo hacía para no darme ventaja", declaró a la Gazzetta dello Sport.
A Bale le descubrió Rod Rubbick. Tenía ocho años y estaba jugando un partidillo de seis contra seis en Newport. Le llevaron a la academia del Southampton, en la que se quedó hasta 2007; la misma en la que junto a él creció Walcott. Entre los 12 y los 14 años dio un estirón tremendo y su espalda y sus tendones sufrieron.
"Al Tottenham llegó tal y como está ahora... Jugaba más que se entrenaba. Siempre le dolía algo. Lo atribuían a su crecimiento tan rápido y era cierto", dice Gustavo Poyet, ayudante de Juande Ramos en los Spurs durante la temporada 2007-2008; "tiene un físico particular. Es fuerte por naturaleza, no por machacarse. Si las lesiones le dan tregua, estará entre los cinco mejores del mundo".
Aunque las lesiones no le han dado tregua -en diciembre de 2007 se rompió un pie y tardó ocho meses en recuperarse-, su progresión se refleja en los números. Pasó de jugar 12 partidos en el curso 2007-2008 (tres goles) a 30 al siguiente (ninguno) y 34 en el pasado (tres). Esta campaña lleva 33 entre todas las competiciones y ha batido su récord: 11 tantos. "Ha pegado un cambio desde que juega más hacia el centro. Le han debido de convencer porque lo que él quiere es toda la banda izquierda", comenta Poyet; "es un chico bárbaro. Demasiado bueno. Yo siempre se lo decía: 'O eres como Messi, que es único, o para llegar arriba debes tener más mala leche", añade.
Bale regresa hoy tras un mes y medio parado por un problema en los músculos isquiotibiales y en la espalda. En uno de los escenarios más importantes, el Bernabéu. Todos tienen en la memoria sus tres goles en San Siro. "Para disfrutar de verdad de las sensaciones que me dejó aquel partido tendré que esperar a las vacaciones, a estar relajado...", dice.
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