_
_
_
_

Prisión para el parricida de Tarragona por dos homicidios

"¡Por vuestros hijos! ¡Por vuestros hijos!", pidió clemencia Ramón Laso, de 56 años, arrodillado ayer al mediodía en un despacho del juzgado número dos de Tarragona cuando se le comunicó prisión incondicional sin fianza. La juez ha considerado que hay indicios para sospechar que tras la desaparición de Julia Lamas, compañera de Laso, y del cuñado de ambos, Maurici Font, hay dos delitos de homicidio. El rastro de los desaparecidos se perdió el 27 de marzo de 2009.

Los tribunales han condenado más de una vez a procesados por asesinato sin la existencia de cadáver. La familia de los desaparecidos siempre creyó en la culpabilidad de Laso que, tras dos años de pesquisas, ha ingresado de nuevo en prisión. El detenido, que negó los hechos ante el juez, ya había cumplido condena por doble parricidio en ese mismo penal en Tarragona. En 1993, fue condenado a 57 años por simular el suicidio de su esposa, Dolores Camacho, y la muerte en accidente de tráfico de su niño de seis para cobrar -cosa que hizo- tres millones de pesetas por el seguro del turismo. El doble crimen le salió barato: nueve años después gozaba ya de libertad provisional por los beneficios penitenciarios.

De Font, un celador del hospital Joan XXIII, y Lamas, portera de una finca de la Rambla, no se sabe aún nada. Pero tanto el fiscal como el abogado acusador, Pere Sutil, pidieron prisión para Laso. La defensa solicitó la libertad. Fuentes judiciales creen que el detenido deseaba a Mercedes, la mujer de Font, así que se deshizo de él y de su propia esposa. En el registro realizado en su casa, los mossos se incautaron de gran cantidad de dinero en metálico por lo que deducen que planeaba fugarse. Laso, que se casó en 2010 con una mujer paraguaya, tenía su casa en venta; se estaba desprendiendo de las propiedades de sus padres y contaba a los clientes de su bar que quería traspasarlo al estar su mujer enferma.

Los investigadores temían desde hace tiempo que los dos cuñados podrían estar sin vida: no ha habido movimientos en sus cuentas; ni llamadas desde sus móviles; ni petición de medicamentos -Font es diabético-, y por existir contradicciones entre Laso y los últimos testigos que les vieron vivos. Los agentes creen que Laso se hizo pasar por Maurici en una llamada desde Castellón a un diario pidiendo que le dejaran tranquilo y que ya estaba curado de diabetes. Éstaba allí porque fue a hablar con el hijo de Julia.

Ramón Laso, justo antes de ser detenido.
Ramón Laso, justo antes de ser detenido.JOSEP LLUIS SELLART

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_