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Reportaje:

El timo de la máquina de coser

Un falso coleccionista se ofrece a comprar unidades antiguas por un precio estratosférico, pero antes exige un certificado que él mismo expide por 425 euros

Juan Diego Quesada

Andrés, camino esta semana del Inem, vio el siguiente cartel pegado en una farola de la calle de Ayala, en el barrio de Salamanca: "Coleccionista alemán comprar (sic) máquinas de coser de todas las gamas: Singer, Paff, Sigma, Omega, Opel...". El anticuario ofrece entre 65.000 y 115.000 euros por ellas.

El estafador ni siquiera se ha molestado en cambiar el anuncio, ya que ha utilizado el mismo en Guadalajara y Málaga. Ahora ha llegado a Madrid, donde se han distribuido cientos de ellos en mano o se han colocado en fachadas y alumbrado público. El engaño consiste en ofrecer a través del teléfono un precio desorbitado por una máquina antigua, siempre cantidades que rondan los 80.000 euros. Una vez que el dueño de la reliquia acepta la oferta, la persona que se hace pasar por un coleccionista alemán pide que entregue, junto a la máquina de coser, un certificado de autenticidad o un libro de instrucciones. No tener ninguna de las dos cosas es lo más común. El coleccionista, entonces, dice que a través de un amigo que trabaja en un museo puede expedir un certificado, que se trata de uno falso, pero que la gestión cuesta unos 500 euros. Pide el pago mediante un giro postal.

El cartel de reclamo ya se ha utilizado antes en Málaga y Guadalajara
Un 'blog' recoge el testimonio de una docena de personas afectadas

"Pensé que había tenido mucha suerte. No tengo ahora trabajo y la cantidad de dinero que me ofrecían por la mía, de la marca Singer, era de locos", señala Andrés, aunque reconoce que le iba a costar mucho desprenderse de ella. La heredó de su abuela, que sin dudarlo dice que es la persona que más ha querido en la vida. "Ella lo entendería ahora que estoy pasando apuros", incide Andrés, de 27 años.

Una vez que se llevó el cartel a casa, este mismo martes, Andrés dice que llamó y el coleccionista, con acento extranjero, le pidió el número de serie, que encontró de inmediato en la misma máquina. "Llámeme en 10 minutos", le dijo. Así lo hizo, y entonces le informó de que su máquina valía 78.000 euros. Se quedó de piedra. "Pero, claro, me dijo lo del certificado de autenticidad, por el que me pidió 425 euros, que tenía que pagárselo por un giro postal. Ahí empecé a sospechar".

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Colgó y se metió en Internet, donde encontró un blog donde víctimas de esta estafa explicaban con todo detalle en qué consiste el engaño. "Demasiado bonito para ser verdad. No envié el dinero pero me he quedado fastidiado, me había hecho ilusión", dice resignado. De todos modos, el coleccionista alemán le hizo llegar vía fax un certificado falso firmado por un tal Pintilie Adrian. El papel que le mandó está escrito en un mal inglés, lo que aumentó aún más sus sospechas. Aún ahora el estafador le sigue llamando para que le mande el dinero. Andrés dice que ha denunciado públicamente el caso porque le horroriza que algunas señoras mayores de su barrio, el de Salamanca, puedan caer en la trampa.

Los precios que ofrece el timador están fuera de mercado, tal y como explica Faustino González, un asturiano de 76 años, que tiene una colección de más de 600 máquinas de coser antiguas. "Tengo la colección de todo lo que fabricó Singer. Las que más pueden valer, las más antiguas, tienen un valor de 100 euros. Hoy mismo compré una de 1860 y me costó 200 euros. Una máquina de las más caras que he visto estaba en 6.000 y era porque pertenecía a un famoso".

La estela del engaño del coleccionista alemán ha llegado a Internet. Julián de la Fuente ha creado un debate sobre el asunto en un blog. "Sembraron todo Guadalajara con esos carteles", cuenta De la Fuente, que por entonces, diciembre de 2009, trabajaba en una televisión local. "No es que sea perro viejo, pero si algo me ha enseñado la vida es que nadie da duros a pesetas", dice en la entrada al blog que tituló Operación Singer. Desde entonces ha recibido una docena de mensajes de personas que han caído en el engaño, desesperadas por recuperar su dinero. "Puede caer cualquiera. Un compañero de trabajo me dijo, cuando todavía no se sabía al cien por cien que era una estafa, que él estaba dispuesto a pagar 300 o 400 euros y arriesgarse a perderlos por la posibilidad de ganar tal cantidad", explica. En el foro de la página web hay muchos comentarios. "¿Cuántos habrán caído?", se pregunta uno, y otro agrega: "En mi tienda de antigüedades vendí dos máquinas de estas por 60 y 70 euros. Espero que se derrumbe ese viejo mito de las máquinas de coser antiguas".

En Málaga y Guadalajara la policía detuvo a cinco personas relacionadas con este asunto. Esto no ha impedido que un barrio de Madrid esté empapelado con sus falsos anuncios.

Andrés sujeta el cartel con el que se topó en el barrio de Salamanca.
Andrés sujeta el cartel con el que se topó en el barrio de Salamanca.ÁLVARO GARCÍA

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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